Pensar, soñar e imaginar


¿Quién de nosotros puede dudar que el éxito, la determinación de los hechos, el devenir de la vida y del actuar no requiere pensar? Habrá algún ser humano que consciente o inconscientemente no sueñe con una vida mejor, con la transformación de la sociedad, de la tierra, de la patria de la que somos parte y no sepa que los sueños pueden convertirse en hechos y realidades.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Imaginar no es más que desarrollar una idea con la que pretendemos materializar, implementar una acción que estimamos logrará una mejora a la realidad que nos rodea.

La educación nos da el conocimiento que aplicado en pensamiento nos permite materializar y desarrollar un sueño, un concepto concebido. Siempre se nos dice: «Piense antes de actuar; evalúe los pros y contras de sus acciones e incluso de sus omisiones».

La actual crisis mundial, la crisis nacional, nos obliga aún más a meditar, a pensar, a imaginarnos, a planificar cuáles son los cursos de actuar, tanto en el área polí­tica como en el área económica y social. Ante una crisis se presentan muchas oportunidades derivadas de los problemas a los que hay que enfrentarse y resolver.

Nuestra patria se acerca cada dí­a más a una situación explosiva. Recordémonos que en una explosión social nadie sabe lo que puede suceder. Todos los guatemaltecos, especialmente los dirigentes polí­ticos sin excepción, deberí­an de pensar, analizar y buscar las soluciones y los entendimientos ante la problemática; deberí­an sacar experiencia de la historia.

¿Cuántos miembros de la supercúpula económica se critican y se señalan los unos a los otros pública o privadamente? Ninguno. Si sus allegados quiebran un banco se aprovechan de los recursos de los depositantes, como fue el caso del Banco Empresarial, la barrera del silencio, la cortina de encubrimiento cae y nadie dice nada, aunque el costo, la estafa rebasara más de Q600 millones; pero los polí­ticos se echan leña, se queman en la hoguera pública, sin cambiar nada en el fondo.

Guatemala requiere un pacto social. Si la dirigencia actual de todos los partidos polí­ticos, incluyendo el gobierno, no es capaz de encontrar un acuerdo, no nos extrañe que el paí­s se auto-inflame. Quienes actualmente nos encontramos en la barrera, pensamos, imaginamos, preguntamos, planteamos y requerimos que aprendamos de nuestro pasado. El canibalismo, la autodestrucción es mucho más fácil que el acuerdo; el acuerdo no lo pueden buscar, ni lograr los segundos o los terceros, es la responsabilidad de los primeros.

Los recientes escándalos son un granito más a la punta del iceberg, por debajo avanza una gran masa de problemas que cuando pegue en toda su extensión, en todo su volumen, puede hundir a nuestra sociedad en un caos, en una anarquí­a más rápida que el hundimiento del famoso Titanic, algo parecido a nueva glaciación.

Fidel Castro, Augusto Pinochet, Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Fernando Lugo surgieron como resultado del proceder de la cúpula empresarial, de los dirigentes polí­ticos, de los dirigentes sociales que propiciaron la oportunidad y la necesidad de ese shock polí­tico. La historia de la humanidad es recurrente, de los errores y aciertos se obtienen soluciones, conocimiento de qué hacer y qué no hacer.