Peñarol cae, pero clasifica


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Peñarol de Uruguay contó con un gol de Matí­as Mier que le dio la clasificación ayer a la final de la Copa Libertadores a pesar de caer 2-1 ante Vélez Sarsfield de Argentina.

BUENOS AIRES Agencia AP

El gol de Mier fue decisivo para darle a Peñarol una ventaja porque el tanto como visitante vale doble, ya que en el duelo de ida ganó 1-0 en Montevideo, por lo que definirá el tí­tulo de campeón ante Santos de Brasil.

El centrocampista Mier convirtió a los 33 minutos y de nada le sirvieron a Vélez los goles de Fernando Tobio en el descuento del primer tiempo y de Santiago Silva a los 66.

«Este es un equipo puro corazón», dijo luego el «Mochi» Mier. «Ahora vamos a meternos de lleno en el partido con Santos».

Silva, que paradójicamente es uruguayo, desperdició un penal a los 76 minutos que pudo haberle dado la clasificación a Vélez.

Peñarol y Santos, que eliminó a Cerro Porteño de Paraguay por un marcador global de 4-3, definirán la Libertadores primero en Montevideo y luego quizás en Sao Paulo el 15 y 23 de junio, aunque estas fechas aún no están confirmadas.

Esa final será entre equipos que se repartieron las cuatro primeras ediciones de la Libertadores: Peñarol fue campeón en su inauguración en 1960 y repitió un año después, mientras que Santos se consagró en 1962 y 1963 cuando brillaba el rey Pelé.

Vélez jugó con uno menos cuando a los 69 minutos fue expulsado su defensor Fernando Ortiz por doble tarjeta amarilla.

«Volver a jugar una final de Libertadores es increí­ble», dijo el técnico de Peñarol Diego Aguirre, quien como jugador le regaló al equipo la última de sus cinco Copas Libertadores en 1987, cuando marcó el gol del triunfo en tiempo suplementario del alargue ante América de Colombia.

Peñarol también se adjudicó la Libertadores en 1960, 1961, 1966 y 1982, con lo cual cosechó cinco tí­tulos que lo convierten en el tercer club más ganador de la historia en este torneo, sólo superado por los argentinos Independiente (7) y Boca Juniors (6).

«Fue una clasificación muy trabajada, costo muchí­simo, pero fue merecida desde todo punto de vista», agregó el técnico.

Lejos de guarecerse atrás, Peñarol dio muestras de su vocación ofensiva apenas iniciado el partido cuando el argentino Alejandro Martinuccio sacó un furibundo disparo que el arquero Marcelo Barovero conjuró con dificultad.

En partido de ida y vuelta, Vélez tuvo su primer oportunidad cerca de la media hora cuando a un centro de Augusto Fernández, Silva la bajó de cabeza, y Juan Manuel Martí­nez de media tijera pudo haber marcado el primer gol del partido, pero su remate se desvió en un defensor uruguayo.

Mier anotó luego lo que fue su primer gol de la Libertadores al recibir cuando estaba solo un pase en bandeja de Martinuccio, una pesadilla para la defensa velezana.

En el primer minuto y último minuto del descuento, Vélez igualó gracias a Tobio aprovechando que el arquero Carlos Sosa dio rebote ante un centro de Juan Manuel Martí­nez.

Con Vélez volcado obligadamente al ataque, el equipo argentino metió el segundo gracias a un zurdazo de Silva tras pase de Martí­nez.

Y luego el propio Silva disparó un penal sobre el travesaño después de que a Martí­nez le cometieron falta cuando entró al área al ser derribado entre Darí­o Rodrí­guez y Guillermo Rodrí­guez.

«Fue un partido difí­cil ante un gran equipo como Peñarol», dijo el técnico de Vélez Ricardo Gareca. «Le dije a los muchachos que se quedaran tranquilos, ya que me voy satisfecho por la entrega de los jugadores que dieron todo».

Unos 8.000 uruguayos festejaron el triunfo ante un estadio con cerca de 40.000 espectadores.

«Uno siente una emoción muy grande por esta clasificación. Respetamos a Santos, pero por algo estamos en la final», dijo Guillermo Rodrí­guez, autor del gol del triunfo en Montevideo. «Trabajamos, hicimos bien las cosas; somos un grupo bárbaro (excelente)».