Manuel Pellegrini, técnico del Real Madrid, ha tenido motivos para mejorar su confianza en estos dí­as, sobre todo por las victorias de su equipo en la Liga Española, en las cuales han pasado por encima a sus rivales. ¿Será ya este el Madrid que costó tantos millones de euros? El chileno es prudente: «Aún no somos el equipo perfecto».

Pese al holgado triunfo de ayer frente al Tenerife, el técnico asegura que aún no ve en el terreno de juego lo que dibuja en la pizarra: «Siempre hay que mejorar, aún no somos el equipo perfecto», dijo.

La principal falla la vio en la lí­nea defensiva, ya que no retuvo el balón, lo cual intentará subsanar con el trabajo semanal. Entre lo positivo, resaltó la buena salida del balón y las individualidades del frente.

Restó importancia a los cinco goles de su equipo, ya que el abultado marcador no es sí­ntoma de un buen trabajo, sino, más bien, el libre fluir del balón.

HIGUAíN, LA ESTRELLA

Pese a que Pellegrini valoró el trabajo en equipo, las ovaciones tienen nombre y apellido (y hasta apodo): Gonzalo «Pipita» Higuaí­n. A pesar de que, en el papel, luce como suplente, el año pasado fue el mejor goleador del equipo al marcar 22, y por el momento ha marcado 16, la mayorí­a gracias a tardes inspiradas en que marca de dos en dos. Hasta el momento, tiene cinco dobletes.

«Â¿Cederá el Barí§a ante la presión del Madrid?», fue la pregunta que le hicieron los periodistas al Pipita antes de marchar a Munich, donde está convocado por la selección argentina. «Del Barí§a ni siquiera hay que hablar. Esta Liga depende de nosotros», respondió. «Â¿Y el Pichichi (trofeo al goleador de la Liga)?» «Es un sueño tenerlo tan a mano. Iré a por ello», respondió.

De pronto, Pipita se ha convertido en la esperanza del Madrid y la albiceleste. El Real, que lo contrató muy joven esperando que evolucionara bien, piensa asegurarlo por unos diez años más, para que gane 2.5 millones de euros anuales limpios.

Por su parte, la selección argentina, que estuvo a punto de no clasificar al Mundial, debió llamarlo para los últimos dos partidos de la eliminatoria, y así­ poder sellar el pasaporte a Sudáfrica. Según dicen, en Argentina ya lo ven como el salvador.