Peligro de grave escasez de agua


Celebración. Varios niños participaron en un zoológico de Budapest de las actividades conmemorativas por el dí­a mundial del agua.

La ONU lanzó hoy en Roma un grito de alarma sobre la situación de los recursos acuí­feros del planeta, al subrayar que dos de cada tres habitantes están amenazados de escasez de aquí­ a 2025.


En ocasión de una conferencia internacional organizada en la sede de la FAO en Roma para el Dí­a mundial del agua 2007, su director general, Jacques Diouf, subrayó la «grave preocupación» de la FAO por el hecho de que 1.200 millones de personas ya viven en zonas de déficit de agua y que 500 millones más están amenazadas de escasez a corto plazo.

«De aquí­ a 2025, dos tercios de la población mundial corren el riesgo de verse expuestos a condiciones de estrés hí­drico (escasez de agua)», afirmó el director de la agencia de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Mientras que un 70% de los recursos de agua son utilizados para la agricultura, la baja generalizada de los recursos a raí­z de los cambios climáticos y la contaminación de muchos grandes rí­os que sirven para la irrigación representa una amenaza directa sobre la alimentación de los paí­ses del sur, recordó Diouf.

El mundo debe tomar conciencia de que la lucha por un agua limpia y accesible para todos se ha convertido en una prioridad universal, afirmó.

El acceso al agua condiciona tanto el desarrollo de la lucha contra el hambre, «que afecta aún a unos 850 millones de seres humanos, una cifra que está estancada», como la paz entre paí­ses fronterizos con lagos y rí­os, subrayó.

«Como comunidad mundial tenemos los medios de mejorar ampliamente la gestión de nuestros recursos hí­dricos y permitir a más personas acceder al agua», estimó el director general de la FAO.

Diouf reclamó inversiones «en los programas que mejoran los sistemas de conservación y de alimentación en agua, que protegen los ecosistemas de la tierra y que preservan la humedad pluvial y utilizan más eficazmente el agua para la producción en vivero».

Invitada a la conferencia, Maria Mutagamba, ministra ugandesa de Agua y Medio Ambiente, subrayó que ífrica, que dispone de un 9% de los recursos hí­dricos del planeta, sólo utiliza un 3,8% de éstos.

Los recursos acuí­feros están muy mal repartidos geográficamente, explicó, señalando que el nivel del Lago Victoria, la mayor reserva de agua dulce en Africa, estuvo en 2005 dos metros por debajo de lo normal.

«Gracias a las medidas adoptadas en común por los paí­ses vecinos, pudimos hacer aumentar este nivel en 70 centí­metros en 2006, pero estamos inquietos ante la próxima temporada», afirmó.

En un mensaje en la conferencia, el comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, el belga Louis Michel, reiteró el compromiso de la Unión Europea de trabajar con los paí­ses del sur para que el acceso a un agua de calidad se convierta en una realidad para todos.

Desde 2002, Europa ha movilizado unos 400 millones de euros (unos USD 520 millones) a corto plazo para la mejora del acceso al agua y de 475 millones de euros (unos USD 615 millones) a más largo plazo en el marco del Fondo Europeo de Desarrollo para los paí­ses de Africa, el Caribe y el Pací­fico, recordó Michel.

Rechazo

Meteorólogos iberoamericanos ratificaron en Madrid que el «cambio climático» es irreversible y que hay que adaptarse a él, pero se negaron a dar una visión catastrofista, ya que también puede tener algunos efectos positivos.

La nueva situación que se presenta con el calentamiento global y la mayor concienciación sobre este problema supondrá un impulso «a las energí­as renovables y los biocombustibles que pueden ser la puerta al desarrollo económico» de paí­ses emergentes, afirmó el director del Instituto Meteorológico de Brasil, Divino Moura.

Moura compareció ante la prensa acompañado por sus colegas de Costa Rica, España, y Argentina, Paulo Manso, Francisco Cadarso y Miguel íngel Rabiolo, respectivamente, en el marco de la conferencia internacional sobre meteorologí­a organizada en Madrid por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Moura y Rabiolo recordaron la gran extensión geográfica que supone Latinoamérica, que lleva a que los efectos negativos de algunos fenómenos puedan tener consecuencias positivas en otros lugares de la región.