La coyuntura actual permite que se retome el tema de los cambios climáticos, que podrían provocar un cataclismo, mucho antes de lo que se esperaba.
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Cuando Galileo Galilei fue condenado por la Inquisición a retractarse de su teoría de que la Tierra gira alrededor del Sol, cuenta la leyenda que, luego de que negó su hipótesis, susurrando dijo «eppur si muove» («y, sin embargo, se mueve», en latín), lo cual ha sido interpretado en dos sentidos: primero, que a pesar de retractarse, él seguía fiel a su teoría; también, que a pesar de tanta maldad e ignorancia en el mundo, el planeta sigue girando, soportando su carga.
Un nuevo Galileo podría repetir en estos años la misma frase, y la interpretación sería diferente, ya que, diríamos que, a pesar de tanta contaminación y cambios climáticos, el planeta sigue moviéndose.
En estos momentos, se están produciendo varios eventos, que hacen pensar en la coyuntura climática actual. Por ejemplo, se acaba de presentar el Informe Stern en Reino Unido, el cual presenta un aterrador futuro, en materia económica, si no se toman medidas concretas para seguir deteriorando el ambiente mundial.
También, la reciente Conferencia Internacional sobre el Clima, que se llevó a cabo en Nairobi, Kenia, en donde los países industrializados se reunieron para darle seguimiento al Protocolo de Kyoto.
Asimismo, las elecciones legislativas de Estados Unidos despertaron las esperanzas de los grupos ambientalistas, ya que, si los republicanos pierden el control de las dos cámaras legislativas, se podrían poner en marcha algunas iniciativas para parar un poco la contaminación en ese país, que es considerado el que más contamina en el mundo.
Además, en Guatemala, a partir de este fin de semana, se iniciará a proyectar la película «El gran calentamiento», que se estrenó, a nivel mundial, la semana pasada, la cual ha despertado los cuestionamientos sobre los peligros de la contaminación para los cambios climáticos.
Conferencia de Nairobi
En Kenia, políticos de los países más industrializados, y defensores del ambiente, se reunieron en la 12ª Conferencia Internacional sobre el Clima, y el tema central ha sido el calentamiento mundial, ya que se considera que este fenómeno es irreversible, aunque sí se podrían aplicar estrategias para frenar su desarrollo, y para adaptar al ser humano y a las poblaciones a este nuevo estado climático.
En general, el Protocolo de Kyoto, llamado así por haber sido firmado en esa ciudad japonesa, es el que rige los compromisos de los países más industrializados para intentar frenar el desarrollo del calentamiento mundial.
Sin embargo, Estados Unidos, el país que emite más gases que provocan el efecto invernadero, aún no ha aprobado este protocolo.
Las políticas del actual presidente estadounidense George W. Bush no plantean un cambio para reducir la emisión de gases contaminantes.
Harolan Watson, presidente interino de la delegación estadounidense en la Conferencia de Nairobi, indicó que no se le ha notificado sobre algún cambio en las posiciones de ese país, con relación a la emisión de gases.
A pesar de ello, los demás países industrializados sí han ratificado el Protocolo de Kyoto, y sí han implementado políticas para reducir gases que provocan el efecto invernadero.
De hecho, esta conferencia ofrece la posibilidad de un futuro sombrío, si no se realizan acciones concretas para evitar el calentamiento mundial. Según el vicepresidente keniata, Moody Awori, «el cambio climático emerge rápidamente como una de las más graves amenazas a la que jamás se haya enfrentado la humanidad».
Según Steve Sawyer, consejero de Greenpeace en Brasil, «se pueden prevenir los mayores impactos en el cambio climático, pero únicamente si los gobiernos actúan ahora».
La Conferencia de Nairobi, que aún hoy se está desarrollando, se esperaba que en las elecciones legislativas de ayer de Estados Unidos, los demócratas lograran controlar la Cámara de Representantes y el Senado.
Tal como era hasta la semana pasada, las dos cámaras legislativas de Estados Unidos eran controladas por los republicanos, quienes no estaban interesados por promover políticas para la reducción de gases contaminantes.
En cambio, los demócratas son más moderados en ese sentido, no al punto de aprobar el Protocolo de Kyoto, pero, al menos, sí promovería políticas para controlar la emisión de gases.
La noticia, hoy por la mañana, de que la cámara baja, la Cámara de Representantes, había sido ganada por los demócratas causó cierta alegría en Nairobi; asimismo, las proyecciones que otorgarían la victoria también a los demócratas en la cámara alta, es decir, en el Senado.
Greenpeace y WWF expresaron su satisfacción en Nairobi por la victoria de los demócratas en la cámara baja, ya que esto podría tener un efecto inmediato en la política de Estados Unidos sobre el cambio climático.
«El principal mensaje de estos resultados electorales es que Estados Unidos avanza en la buena dirección. El clima ocupa en adelante un lugar importante en la agenda política norteamericana», dijo el ya mencionado Steve Sawyer, de Greenpeace.
Por su parte, Hans Verolme, director de cambio climático del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), expresó que estos resultados «son una buena noticia para el clima».
Pero, a pesar de estos resultados, las organizaciones ambientalistas saben que la victoria demócrata en las legislativas no es suficiente, ya que el Protocolo de Kyoto es una prerrogativa del Ejecutivo, situación que podría cambiar hasta el 2009, ya que George W. Bush, actual presidente de Estados Unidos, y de tendencias republicanas, en ese año culminaría su segundo mandato.
Este informe fue presentado por el economista Nicholas Stern, en el cual calcula cuál será el impacto del cambio climático y el calentamiento mundial en la economía mundial. El gobierno de Reino Unido se lo encargó, y fue publicado el 30 de octubre de este año.
Tony Blair, primer ministro británico, luego de leerlo, levantó la voz de alarma ante los posibles resultados, y prometió medidas rápidas y concretas para frenar el proceso, además de indicar que destinaría una importante cantidad de recursos económicos para estas políticas.
En general, el Informe Stern indica que se necesitaría del 1% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, para mitigar los efectos del cambio climático. Según el informe, si no se realiza esta inversión, se podría enfrentar ante una recesión económica que provocaría la pérdida del 20% del PIB mundial.
Otros países del mundo, principalmente los del bloque europeo, han escuchado la voz de alarma del Informe Stern, y prontamente decidieron ponerse a trabajar.
Por ejemplo, dos días después de la presentación del Informe Stern, el 1 de noviembre pasado, John Howard, primer ministro australiano, destinó 60 millones de dólares para proyectos que intenten frenar el calentamiento mundial.
El calentamiento en Guatemala
El lenguaje que se utiliza en Guatemala, a veces suele ser muy exagerado. Por ejemplo, una persona dice que «se muere de calor» o «se muere de sed», pero, en realidad, no es para tanto.
Sin embargo, estas frases podrían ser tomadas literalmente dentro de algunos años, si no hay medidas, a nivel mundial, para prevenir el calentamiento mundial.
Guatemala no es una gran emisora de gases que provocar el efecto invernadero; son, en realidad, las grandes potencias las que los producen. Sin embargo, los efectos del cambio climático son más desastrosos en países como Guatemala, más que en países desarrollados.
De cualquier forma, en Guatemala existen algunas prácticas que sí podrían ayudar al calentamiento mundial. Por ejemplo, los incendios forestales son los causantes del 20% del calentamiento global. Habría que recordarse que en Guatemala existe el peligro de estos incendios, debido a la falta de control en los bosques tropicales de Petén.
También, como país en vías de desarrollo, la tendencia es el crecimiento acelerado de la población, lo cual implica más energía. Asimismo, está la situación de un deficiente sistema de transporte público, lo cual provoca un aumento desmedido en la circulación de automóviles, los cual puede provocar un aumento en la emisión de gases.
Por último, también se corre el peligro del poco tratamiento que se da a los basureros, que son los productores del segundo gas más letal para el calentamiento mundial, que es el metano, que no es tan fuerte como el carbono, pero su efecto es más duradero.
En fin, las consecuencias del calentamiento mundial en Guatemala se puede padecer de la siguiente forma: pérdida de la productividad en la agricultura y la intensidad y la mayor frecuencia de fenómenos naturales como la tormenta tropical Stan, que, junto con los huracanes Katrina y Rita en Nueva Orleans y México, se consideran productos del calentamiento global.
«El gran calentamiento»
í‰ste es el nombre de una película, la cual fue estrenada la semana pasada en Estados Unidos, y que mañana se iniciará su proyección en Guatemala.
La película trata sobre el cambio climático, fue filmada por Stonehaven Productions, con el auspicio de Swiss Re, y presentada por la cantante Alanis Morissette y el actor Keanu Reeves.
Fue la Fundación Bosque Tropical de Guatemala la que promovió la proyección de esta película en el país.
La intención de la exhibición de esta película, según Vida Amor de Paz, de la Fundación Bosque Tropical, es crear conciencia en la sociedad guatemalteca, sobre este problema, que ya puede ser evidente, aunque se desconoce de qué forma.
Por ello, De Paz considera importante que la sociedad guatemalteca conozca la situación del recalentamiento de la Tierra; asimismo, que se conozca los efectos que tiene la desertificación y la sequía, la crisis alimenticia, escasez de agua, la repercusión en fenómenos atmosféricos y los problemas de salud, que incluye las enfermedades respiratorias y alergias.