Peligra relación especial


Cambio. Al contrario de su antecesor, Gordon Brown, primer ministro británico, no ha favorecido en todo las polí­ticas exteriores de Estados Unidos.

Nuevas tensiones amenazan la «relación especial» existente entre Estados Unidos y el Reino Unido, informó hoy el rotativo inglés Daily Telegraph, citando a un miembro del Gobierno británico.


En una entrevista concedida al periódico, el nuevo secretario de Estado para ífrica, Asia y la ONU, Mark Malloch Brown, señaló que ha llegado el momento de adoptar una polí­tica exterior más «imparcial», con el establecimiento de lazos con el presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller alemana íngela Merkel, así­ como con las potencias económicas crecientes de la India y China.

«Es improbable que las relaciones (Gordon) Brown- (George W.) Bush sobrevivan a un bautismo de fuego», recalcó.

Según Malloch Brown, «la relación existente entre ellos (el ex primer ministro británico Tony Blair y el presidente estadounidense Bush) se forjó por ser ambos lí­deres de la guerra, por lo que existí­a un lazo emotivo entre ellos, que tení­an al resto de lí­deres del mundo en su contra. Eso basta para conseguir que alguien se arrodille y hacerle rezar contigo».

El alto cargo del Ministerio de Exteriores subrayó que el Reino Unido debe ampliar sus socios internacionales más allá de la relación de apoyo polí­tico y militar mutuo o «relación especial» con Washington, como se la define a los dos lados del Atlántico.

«Necesitamos construir coaliciones laterales, que vayan más allá de los lazos bilaterales con nuestros aliados. Espero que la polí­tica exterior se vuelva más imparcial», reiteró.

Las declaraciones de Malloch Brown se efectúan después de que Douglas Alexander, ministro británico de Cooperación Internacional, criticara el jueves en Washington la polí­tica exterior de EE.UU., dejando intuir un cambio en las relaciones británicas con éste.

Funcionarios británicos lanzaron el viernes por la una campaña para minimizar los daños ocasionados por las declaraciones de Alexander, y garantizar a Washington que éstas no indicaban un distanciamiento total de Estados Unidos.