La única película prohibida en Gran Bretaña por blasfemia recibió ayer aprobación para ser distribuida, 23 años después de haber sido censurada.
El corto experimental «Visions of Ecstasy» incluye escenas en las que Jesús está siendo seducido en la cruz y se convirtió en un signo de la libertad de expresión después de que los censores de cine británico se negaran a darle una clasificación, un requisito para su distribución legal.
La Junta Británica de Clasificación Cinematográfica dictó en 1989 que una escena de ficción en la que la mística española santa Teresa de Ávila tiene contacto sexual con el cuerpo de Cristo podría ser una difamación blasfema. La junta dictó que recortar el material que podría resultar blasfemo reduciría el corto de 19 minutos a la mitad, así que se negaron a aprobarlo.
La producción, dirigida por Nigel Wingrove, se convirtió en bandera de los activistas contra la censura y Wingrove luchó contra la prohibición llevando su caso ante la Corte Europea de Derechos Humanos, que ratificó la decisión de las autoridades británicas en 1996.
Wingrove, calificado por el diario Evening Standard como la versión británica de Larry Flynt, logró que su corto fuera distribuido por empresas especializadas en cine erótico y de horror. El director también creó el arte para la banda Cradle of Filth y es representante de un grupo de cabaret.
La blasfemia dejó de ser un delito en 2008 y el martes la junta cinematográfica le dio una clasificación «apta para mayores de 18 años» a la película de Wingrove.
La junta reconoció que la película sería «muy ofensiva para algunos espectadores», pero que no podría causar daños.
«Ya que no incumple con ninguna ley del Reino Unido y ya que no hay un riesgo plausible de daños, fuera de una ofensa, la junta no tiene bases sostenibles para rechazar la clasificación de ‘Visions Of Ecstasy’ en 2012», dijo el organismo en un comunicado.
Wingrove celebró la decisión y dijo que la prohibición fue un revés en su carrera.
«Era mi segundo corto autofinanciado y de no haber sido prohibido yo habría seguido produciendo películas, pero todo eso cambió y tuvo un gran impacto en mi carrera», dijo.
«No creo que debió ser prohibida para empezar. A nadie en la iglesia le pareció que era blasfema. Algunos consideraron que era ofensiva pero eso era mucho menos que blasfemia», agregó.