Sergio Morales, procurador de Derechos Humanos, destacó que evidentemente en las juntas locales de seguridad que operan en Ciudad Quetzal se encuentran criminales implicados, por lo que señala que es prioritario que la Policía Nacional Civil (PNC) retome el control.
ejuarez@lahora.com.gt
“He dicho sostenidamente que estas juntas ya no son de seguridad, sino que son juntas de delincuentes, que deben ser detenidos y procesados inmediatamente ya que se dedican no solo a extorsionar a la comunidad sino que también a linchar y a asesinar”, aseguró Morales
Esas juntas, de seguridad no tienen nada; son verdaderamente juntas paralelas que deben ser perseguidas por las autoridades competentes, pues son criminales que deben ser detenidos, ya que no son pobladores de Ciudad Quetzal aseguró el Procurador.
El domingo último, un grupo de supuestos patrulleros ingresó por la fuerza en la residencia de cuatro personas, para exigirles que bajaran el volumen al radiorreceptor. Los propietarios de la residencia discutieron por la forma abrupta con estos hombres entraron, a quienes les exigieron que se fueran del lugar.
Según los vecinos, la molestia real del grupo organizado se debe al atraso en las “cuotas de seguridad”, que no han logrado cancelar, pues el monto a pagar hace a una cantidad mensual de Q50, y los agredidos tienen por lo menos una cuota de atraso.
También se refirió al decomiso de precursores químicos, los cuales fueron incautados el día de ayer. El Procurador dijo que ya hay personeros de esta institución en el lugar para resguardar al traslado seguro de estas sustancias; además aseguró que se sabe que hay en sustancias en otros lugares.
Esto lo declaró en el Foro Nacional de Derechos Humanos, en donde acredito a organizaciones sociales como miembros de dicho foro, ya que con estas acreditaciones buscan desarrollar la agenda de derechos humanos en nuestro país.
Además la PDH busca constituir el foro como organización nacional para elevar el nivel de participación en temas de derechos humanos.
CIUDAD QUETZAL
El pasado lunes, cuatro personas fueron vapuleadas en Ciudad Quetzal, quienes dijeron que sufrieron los golpes por “retrasarse en el pago de las cuotas por seguridad”, que los patrulleros cobran en ese sector.
A las 22 horas del domingo, un grupo de supuestos patrulleros ingresó por la fuerza en la residencia de cuatro personas, para exigirles que bajaran el volumen a la radio. Los propietarios de la residencia discutieron por la forma abrupta como estos hombres entraron, por lo que les exigieron que se fueran, según los agraviados.
A decir de los entrevistados, la molestia real del grupo organizado, se debe al atraso en las “cuotas de seguridad”, que no han logrado cancelar.
Según se indicó, el monto del pago mensual asciende a Q50, y los agredidos tienen por lo menos una cuota de atraso.
Los afectados señalaron que esa es la razón por la que fueron golpeados, en el rostro y la espalda. Indicaron que son payasos, y uno de ellos también trabaja en una fábrica de suelas de zapatos.
Los Bomberos Municipales trasladaron a cuatro hombres y a una mujer –por seguridad se omiten sus nombres–, al Hospital Roosevelt, donde quedaron recluidos.
Hace algún tiempo, La Hora visitó Ciudad Quetzal, para determinar las razones por las que se conformaron estos grupos. Los patrulleros dijeron que fue para “protegerse” de la delincuencia en el sector.
Uno de los entrevistados indicó que la inseguridad era el principal problema que impulsaba a “autocuidarse”, debido a que las autoridades difícilmente cumplían con su labor, por la escasez de elementos.
En esa ocasión los entrevistados dijeron que las extorsiones, los asaltos y las violaciones contra mujeres, eran los principales hechos ilícitos, por eso tenían que organizarse y buscar una solución. Admitieron que estaban armados.
Sin embargo, al consultar a otros residentes del sector, se negaron a responder, por “seguridad”.
Sergio Morales
PDH