Tras una visita al Hospital de Salud Mental Federico Mora, la Defensoría de las Personas con Discapacidad constató que sumado a las condiciones inhumanas y degradantes en el nosocomio, los pacientes con discapacidad mental tienen que convivir con privados de libertad, exponiéndolos a violaciones de sus derechos.
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La Defensoría de las Personas con Discapacidad de la Procuraduría de los Derechos Humanos, realizó esta mañana un monitoreo a las medidas cautelares otorgadas en 2012 por la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) a más de 300 pacientes del Hospital Federico Mora, luego de una serie de denuncias por supuestas violaciones a los derechos humanos de los internos.
Luego de una breve inspección, la PDH determinó que los estatutos y recomendaciones al Estado por la CIDH, se cumplen de manera parcial, pues los pacientes con trastornos mentales continúan en una situación de vulnerabilidad al no existir separación entre estos y los privados de libertad, acusados de cometer algún delito.
Ana Ruth Mérida, titular de la Defensoría de la PDH, explicó que el problema de sobrepoblación se agrava cuando se envía a personas en conflicto con la ley a los distintos pabellones de tratamiento, sin verificar el verdadero estado psiquiátrico de las mismas; o sin tomar en cuenta el espacio físico disponible en el Hospital.
Según la entrevistada, esta situación impide el correcto tratamiento para los demás internos y dificulta la reinserción de los pacientes a la sociedad al vivir en un estado de permanente tortura.
“Este es un problema complejo porque tiene que ver mucho con el sistema judicial. Preocupa que los pacientes privados de libertad estén cerca de los demás pacientes. Debe existir un centro dedicado solo a la atención de ellos. No se debería de mezclar a esta población”, acotó.
La delegada de la PDH dijo que luego de la visita se rendirá un informe que incluirá una serie de recomendaciones para el actual Gobierno, a fin de evitar una sanción por la CIDH.
El 20 de noviembre de 2012, la Comisión Interamericana solicitó al Gobierno guatemalteco, adoptar “medidas de prevención inmediatas orientadas a todos los pacientes, para que no sean objeto de actos de violencia física, psicológica y sexual, por parte de otros internos, agentes de seguridad y funcionarios del hospital”.
Fuentes indican que actualmente se encuentran recluidos 135 presuntos delincuentes en el Federico Mora, pero por algún padecimiento no pueden permanecer en una cárcel y deben ser trasladados a ese centro hospitalario.
Cabe mencionar que el Hospital de Salud Mental se encuentra a pocos metros del Centro de Detención Preventiva para Hombres de la zona 18.