La tan cacareada paz en Guatemala, ha sido un motivo desde hace once años, para que los funcionarios de los gobiernos de turno, tuvieran el pretexto ideal para compartir socialmente exquisitas viandas y finos licores con el cuerpo diplomático e invitados especiales cada final del mes de diciembre desde hace once años; mientras el pueblo en las afueras del Palacio Nacional se «divierte» observando fuegos artificiales.
La ex guerrilla por su parte, logró el objetivo de reinsertarse a la vida política del país; y a partir de hace once años poco o nada ha hecho para velar por el desarrollo de sus ex militantes y cuadros operativos; sin embargo, los líderes han ocupado puestos de elección popular y una que otra plaza en la administración pública que les han significado ingresos económicos suficientes como para olvidarse de la pobreza de los ex combatientes.
Por su parte el Ejército de Guatemala redujo el número de sus elementos, pero su presupuesto de gastos se ha mantenido en la misma proporción sin haberse ?modernizado? como lo establecieron en los Acuerdos de Paz, esto último reconocido por el ?Comandante Tito? en entrevista televisiva reciente; aparte de ello, los militares devengan jugosas pensiones por jubilación, tienen servicios hospitalarios, economato (antes comisariato), acciones de las empresas industriales que formaron, plan de prestaciones, los sueldos más altos del Estado y otras prebendas más que siempre han tenido, como que si fueran los mejores trabajadores del Estado.
Por su lado, los políticos oportunistas de los últimos once años, han hecho fortuna por medios ilícitos como son las granjerías debajo de la mesa en el caso de los diputados, los desfalcos y estafas millonarias al Estado de Guatemala realizados por funcionarios de todas las categorías en todos los ministerios y Secretarías de Estado, a la vista gorda del Ministerio Público, la Procuraduría General de la Nación y el sistema judicial.
La falta de una moral real en los funcionarios guatemaltecos durante los últimos once años, ha permitido realizar con el boato de siempre la celebración de la firma de la paz, SIN EMBARGO, la población guatemalteca NO VIVE EN PAZ desde hace más de once años atrás; y los funcionarios han utilizado la ocasión de gobernar para realizar sus mejores transacciones económicas incluyendo el apropiamiento indebido de gastos confidenciales o de representación, sin que estos gastos hayan representado una inversión social.
Oj Alá, que el próximo año, para la celebración del día de la paz, se cambie de actitud cumpliendo los objetivos de los Acuerdos de Paz y se inaugure alguna obra con proyección social, olvidando la vieja costumbre de despilfarrar el dinero del pueblo en ceremonias deslucidas y actos poco concurridos que representan un gasto innecesario que no dejan absolutamente NADA DE POSITIVO PARA EL PUEBLO. Definición de Oj Alá en idioma árabe: Oj = así sea; Alá=Dios = Así lo quiera Dios.-