Payo


Por Claudia Navas Dangel

Mi abuelo es un viejo, un viejo pelón que huele raro.

Mi abuelo siempre lleva una cámara de fotos, siempre me lleva con él al correo y sube las gradas y busca en una caja que tiene llave muchas revistas y sobres.


Mi abuelo se la pasa en el jardí­n de la casa sembrando semillas, cuando se da la vuelta yo las saco con los dedos y las guardo en la bolsa de mi pantalón, cuando pasan los dí­as se rasca la cabeza, no entiende porque no nacen los vegetales, yo me rí­o.

Mi abuelo lee mucho, siempre tiene un libro con él, cuando se duerme se le cae de las manos, y los lentes se le resbalan por la nariz respingada.

Mi abuelo es muy religioso, se bautiza cada cierto tiempo en una iglesia distinta, a mi me gusta, me compran ropa nueva cuando esto ocurre y mi papá nos lleva a comer a un lugar diferente.

Mi abuelo está loco, mi papá lo quiere más que a nadie, no, más que a nadie no, me quiere más a mí­.

Mi abuelo vive con nosotros, yo preferirí­a que mi abuela viviera en la casa, yo soy como ella, pero ella no llega cuando él está ahí­.

Mi abuelo me lleva al circo y al zoológico, me compra algodones y chupetes duros.

Mi abuelo tiene una amiga en el circo, yo lo vi hablando con ella, ella es muy pobre, sus medias están rotas y vive en un carro junto al circo y los animales, ella es linda, pero ha de llorar mucho, porque la pintura de los ojos le mancha más allá de los párpados.

Mi abuelo es un tipo extraño, es viejo, ronca y abraza fuerte.

Yo no lo se aún, pero dentro de algunos años voy a parecerme mucho a él, aunque ahora no me guste.

Mi abuelo es un viejo, un viejo pelón, que huele raro.