Sin ninguna fuerza legislativa auténtica, sino ordinariamente como lí­der polí­tico, Otto Pérez Molina dijo que todaví­a es incierto si surgirá algún entendimiento durante la reunión con el presidente Colom.

Así­, Pérez Molina confirmó el encuentro para tratar principalmente el punto de agenda sobre los bonos del tesoro por Q3 mil millones, aproximación polí­tica que se llevará a cabo mañana en Casa Presidencial a las 7:30 horas.

Se prevé la presencia de Stephen McFarland, embajador de los Estados Unidos, lo que al Partido Patriota no le acarrearí­a ningún problema, porque el tema es buscar, «ojalá, acuerdos mí­nimos», dijo.

Otro asunto de la agenda legislativa que se podrí­a tratar y que mencionó Pérez Molina es la agenda de leyes económicas pendientes, entre ellas, la referente a la Franja Transversal del Norte (FTN), la Alianza Público Privada y otras.

GOLPES BAJOS

La Hora, esta mañana, en primera instancia buscó la reacción de la subjefatura del bloque patriota, que negó haya habido algún intento anterior por buscar una reunión para analizar el tema bonos del tesoro.

Maura Estrada, primera secretaria de Comisión Permanente, dijo que Roxana Baldetti fue quien solicitó su mediación para buscar el espacio y reunión para dialogar con el Presidente de la República, «en ningún momento como UNE pedimos esa reunión, que sacaron algunos medios», aclaró.

Sumado al tema bonos y su dictamen, un tercer asunto a tratar los patriotas con el mandatario, «que hubiera un respeto entre ambas partes para no atacarnos, que no hubieran golpes bajos en el hemiciclo», es otro argumento de la cita que pidió Baldetti, declaró la diputada Estrada.

CACIF

Es necesaria la auditorí­a social de parte de todos los grupos, del cómo el Gobierno se gastarí­a el producto de los bonos, control en el cual también participarí­a el sector productivo, dijo Juan Antonio Busto, del CACIF, luego de la reunión con el bloque Patriota.

Este tema desnudó y deja al descubierto la poca capacidad negociadora de los lí­deres polí­ticos de las bancadas en pugna, la que debe revestir la Comisión de Finanzas y el fracaso de la figura polí­tica denominada Enlace Ejecutivo-Legislativo.