PATRIOTA, de mano dura


El Patriota se debate entre la promoción de una organización con identidad propia y la tradicional exaltación a una figura, la de Otto Pérez Molina

Julio Donis

Para empezar, quiero referirme a los conceptos relacionados con el nombre de este partido, patria y patriotismo sobre todo. Esto nos remite directamente a la noción subjetiva del lugar en el cual se ha nacido o al que se debe pertenencia. Patria es noción de territorio en la cual se nació y de la que se tiene afecto. Patriotismo, por lo tanto, es el afecto a la patria en una relación desinteresada por el cumplimiento de los deberes y derechos. Hay que advertir el riesgo de que esa noción se convierta en una subjetividad del Estado. Desde el patriotismo la relación de cada persona con su «tierra» o con su «patria» se sitúa en una dimensión que va más allá de lo jurí­dico, pero eso es en condiciones normales de la relación sociedad-Estado.


Resalto esto porque la exaltación del valor del patriotismo es a lo que ha aludido el Partido Patriota, es lo que dice su nombre; en mi criterio, la empresa será difí­cil porque promover patriotismo por un paí­s que más bien tiende a arrojar a sus ciudadanos, que presenta una de las realidades de desigualdad más dramáticas del mundo, en el que sentirse guatemalteco es muy difuso en medio de un entorno que nos recuerda a cada momento que no tenemos acceso en igualdad de condiciones a las mismos servicios, a excepción de las colas en el Pollo Campero, las colas en Migración y las colas para obtener una visa a Estados Unidos, es una tarea compleja.

Distinto serí­a la lealtad a un Estado que ha proveí­do y ha arropado a sus ciudadanos a partir de hechos reales de cambio social como producto de un proceso histórico, por ejemplo lo que fue para los mexicanos la Revolución Mexicana que dio como resultado una consistente relación Estado-sociedad civil, y que permite hoy un sentimiento nacional que es distinto a un sentimiento patriota, pero este debate es harina de otro costal.

Dinamismo

Vayamos en detalle al partido que ha promovido como sí­mbolo una mano empuñada. Lo que hay que decir del Patriota en principio, es que han cumplido sostenidamente en el tiempo con la tarea de construir partido; me refiero con esto a un proceso interno de acuñar un mí­nimo de identidad y estructura organizacional, como consecuencia de un proceso a pesar de su reciente nacimiento, el cual se ubica en el 2002. Basta ver su página en Internet y verificar la dinámica que tiene este partido más allá de la campaña electoral, y ver en detalle órganos internos clave como, la Secretarí­a de formación polí­tica, Secretarí­a de la Mujer, de la Juventud y una instancia interesante llamada Consejo de Veteranos. El solo hecho de tener estas estructuras suma al dilema que debe tener todo partido de tomar en cuenta la realidad sociodemográfica, sociocultural y la fortaleza interna del partido.

El Patriota contó desde el inicio con la experiencia de personas de diferente adscripción polí­tica, como Pavel Centeno, Mario López Arrivillaga, Valentí­n Gramajo y el general retirado Otto Pérez Molina; es probable que de esa mezcla hayan surgido más adelante conceptos como «revolución patriota», «vuelo del quetzal» (del cual posteriormente salió su plan estratégico que le dio mayor definición ideológica), «el sendero patriota» y el mismo eslogan actual de la campaña «Mano Dura.»

Ahora bien, no todo es color de patriota. Este partido se debate entre la promoción de una organización con identidad propia y la tradicional exaltación a una figura sobre la cual gira la lógica institucional del partido, me refiero por supuesto a su lí­der el general Otto Pérez Molina.

Mano abierta que invite

En este marco, promover mano dura en una realidad como la que ha tenido Guatemala queda mal, porque alude a una intencionalidad reactiva de atacar problemas como el de la violencia, la seguridad, la educación, la injusticia, etc. con métodos autoritarios, y más bien desvirtúa la construcción de partido que han hecho en estos años. Si me permiten una crí­tica constructiva, creo que se puede ser firme y fuerte en las acciones y en las intenciones con una mano abierta que invite, ya que en este tipo de actividad la forma es fondo.

Finalmente, es importante resaltar que el Patriota promueve cinco temas como la base de su propuesta electoral: reformas al Estado, especialmente al sistema constitucional y polí­tico (se propone una Asamblea Nacional Constituyente y reducción del número de diputados), salud, educación, seguridad y empleo. Estos son los temas clave que no son nuevos y que siempre han quedado pendientes, la diferencia estará en la forma y la voluntad con que se impulsan cambios.

Su propuesta electoral

La base de la propuesta electoral Patriota se circunscribe a reformar al Estado, especialmente al sistema constitucional y polí­tico (se propone una Asamblea Nacional Constituyente y reducción del número de diputados), salud, educación, seguridad y empleo.