¿Patrimonio o tradición?


Las autoridades de la Huelga de Dolores intentaron reivindicar el movimiento desde el año pasado. Sin embargo, un incidente en el que se dañó el el piso del Palacio Nacional de la Cultura, provocó crí­ticas contra el movimiento. FOTO LA HORA: Carlos Duarte.

Debido a los daños que algunos participantes de la Huelga de Dolores hicieran el año pasado al Palacio Nacional de la Cultura, autoridades piden una disculpa pública para reivindicar esta actividad.

Mario Cordero
mcordero@lahora.com.gt

El piso del Palacio Nacional de la Cultura necesitó de una repación de 35 mil quetzales, por los daños sufridos durante marzo pasado. FOTO LA HORA: ARCHIVO.

El año pasado, en la celebración del 110 aniversario de la tradicional Huelga de Dolores, al finalizar el desfile bufo del 14 de marzo, un grupo de participantes -al parecer al margen de los lí­deres de esa actividad- causaron destrozos en el piso del Palacio Nacional de la Cultura.

Hace un año, Mario Carrillo, administración del Palacio Nacional de la Cultura, denunciaba que los daños realizados ascendí­an a los 44 mil quetzales, ya que en una de las entradas del Palacio se habí­a prendido fuego, deteriorándose el piso de granito especial.

Ayer, Carlos Vásquez, vocero del Ministerio de Cultura y Deportes, anunció que -pese a la disposición que mostraron los lí­deres huelgueros para pagar los daños- lo único que esperan es una disculpa pública.

Según el vocero, los huelgueros ofrecieron el año pasado una cantidad de dinero, aproximadamente el 50 por ciento del valor de las reparaciones.

Sin embargo, expresó que no han «querido recibirlo, porque más allá de querer nosotros recibir esta plata (…) lo que querí­amos es que hubiera una actitud de disculpa, una actitud de corrección en su forma de actuar. Si nosotros nos limitábamos a agarrar el dinero, ni lográbamos reparar el Palacio, pero tampoco lográbamos en ellos esa indemnización moral que querí­amos. Al final de cuentas, fue el mismo Ministerio de Cultura y Deportes quien absorvió los gastos, porque tampoco podí­amos mantenerlo así­», explicó Vásquez.

El vocero del Ministerio de Cultura argumentó que los huelgueros habí­an anunciado que habí­an logrado conseguir entre 15 mil ó 20 mil quetzales para pagar estos daños. Sin embargo, ello no alcanzaba para los 35 mil quetzales que se pagó por los daños, finalmente.

«Nos insinuaron todaví­a en el mes de octubre, que tení­an entre 15 mil ó 18 mil quetzales, pero nosotros no esperábamos eso», argumentó Vásquez.

Pese a que inicialmente se habí­a anunciado un daño aproximado de 45 mil quetzales, hubo un ahorro de 10 mil quetzales. Esto lo explicó el vocero, porque «lo compramos todo en junto, con la gente que nos hizo la reparación, y lo que pasa es que ese piso es de un granito muy especial», extendió su argumentación.

Vásquez aseguró que lí­deres huelgueros intentaron, durante el año pasado, pagar los daños. Inicialmente, ofrecieron 8 mil, luego aumentaron a 10 y a 15 mil. Sin embargo, «nuestro interés no era la plata, sino que una disculpa moral», reiteró Vásquez.

«Si nosotros recibimos ese aporte, lo más probable es que en abril vuelvan a hacer destrozos, entonces esperarí­amos que ésa sea una deuda pendiente en el sentido moral, que ojalá funcione, porque ustedes saben que los estudiantes no necesariamente son consecuentes con ese tipo de cosas», denunció el vocero del Ministerio de Cultura.

El año pasado, las autoridades de la Huelga de Dolores iniciaron un proceso de reivindicación de esta tradición guatemalteca, de crí­tica pura, pero con humor. Durante las semanas que duraron las actividades, no se registraron incidentes, salvo éste que se mencionó, aunque tal parece que fue más bien un accidente por una acción que se salió del control, y no por un deseo de dañar el Patrimonio Cultural de la Nación.