El entrenador de una de las mejores golfistas del mundo indicó que los futbolistas del Mundial de Sudáfrica-2010 podrían aprender de su deporte a la hora de ejecutar penales.
Steve McRae, coach de Shin Ji-Yai, número uno del mundo en la clasificación femenina, se apoya en estadísticas del documental «Cómo ganar el Mundial» que muestran que los pateadores de penaltis a veces temen errar y pierden la concentración, sin trabajar el proceso previo, fundamental para el éxito.
El programa revela con una investigación de las últimas tres Copas del Mundo que el equipo que pateó primero en la serie tiene siete veces más posibilidades de ganar. McRae cree que el elenco que ejecuta primero tiene más chances de ganar, como ocurre con el golf.
El australiano de 44 años insiste en que los jugadores se concentran en la forma en que ejecutarán el penal, en el impacto de la pelota, desestimando la importancia del proceso anterior.
«Para cualquier golfista que piensa en el resultado final, su rendimiento va a ser pobre. Si se piensa en que se puede fallar o anotar antes del impacto, se pierde el foco en el lugar en el que hay que poner la pelota», explica el especialista.
«Con muchos futbolistas se puede observar lo que van a hacer antes de que pateen», cuenta el australiano.
Dos Mundiales se han decidido por la pena capital (EEUU-1994 con triunfo de Brasil sobre Italia y Alemania-2006 con victoria de la Nazionale ante Francia), por lo que ganar o perder una serie de penales puede conducir al infierno o a la gloria.
«En el golf se necesita pensar en lo que se hace y lo que se puede controlar. Después se tiene que excluir todo lo que esté fuera de ese alcance», dice el «aussie».
«En fútbol, hay 100.000 personas gritando y si no se está preparado para ello, posiblemente se falle. Se tienen que controlar las acciones propias, sin importar lo que hace el oponente», analiza.
McRae habla de otra estadística que se cita en el documental: los jugadores que ponen el balón en el punto de penal y dan luego la espalda al portero tienen un 96% de éxito.
En cambio, los que lo hacen mirando al portero, un 69 por ciento.
«En el primer caso, ya se ha tomado una decisión. Se da la espalda al arquero porque se sabe exactamente lo que se hará. No habrá contacto visual ni juego mental. Ya hay una decisión clara y positiva. Pum. En el otro, es porque aún no se tomó la decisión», añadió el entrenador australiano de golf.