Por segundo día los trabajadores del transporte colectivo se convierten en el blanco de la violencia, hoy fue asesinado un ayudante de la Ruta 96 en la zona 3.
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El hecho se registró en la 33 calle y 7a. avenida del referido lugar, donde fue asesinado Ervin Alfonso Soyoy Monroy, de 15 años, ayudante de un bus de la Ruta 96.
«Pese a los esfuerzos de los paramédicos municipales, la víctima murió en el lugar a causa de los impactos de bala que recibió», informó José Rodríguez.
Según el relato de testigos, Soyoy Monroy, trataba de establecer el orden dentro de la unidad; el victimario, quien llevaba buen rato hostigando a los pasajeros, al escuchar la solicitud del ayudante le disparó.
El ataque se perpetró cuando el fallecido abordó la unidad por la parte de atrás, el hombre sacó una pistola y lo atacó, no sin antes vociferar palabras sonantes.
La Policía Nacional Civil (PNC) hizo un rastreo por el lugar en búsqueda del presunto asesino, sin embargo, no fue encontrado.
VIOLENCIA
Los pilotos y ayudantes se quejan que cuando no son asaltos y extorsiones, son los pasajeros que arremeten contra ellos.
«No tenemos paz, cuando no son los asaltos y extorsiones, son los pasajeros que nos atacan, ser piloto no es fácil», dijo un conductor de bus urbano que no quiso identificarse.
Los usuarios lamentan los hechos ligados con la delincuencia común y violencia contra este gremio, sin embargo, admiten que a veces se portan groseros.
«Da pena cuando los matan por robo o extorsión, pero también algunos son muy groseros… hay gente que no tolera eso y los mata», afirma Azucena Morales, usuaria del transporte.
Luego de la suspensión del servicio de transporte por la mañana y la quema de llantas en el kilómetro 16 carretera a San Pedro Ayampuc, en protesta por el ataque a uno de sus compañeros, los pilotos y ayudantes que cubren la ruta en la Colonia Villas, liberaron el área y ofrecieron reanudar el servicio por la tarde.
Los afectados afirman, que ayer fue herido de bala el piloto Amílcar Ramos, de 30 años, quien se recupera en un centro asistencial, además están preocupados por el aumento en el cobro de extorsión, pues cada semana pagan a los delincuentes Q200 y ahora les exigen Q300.