El líder del Partido Laborista de Nueva Zelanda admitió su derrota ante en el Partido Nacional del primer ministro John Key en las elecciones del sábado, lo que despejó la vía para su regreso para un segundo término.
La mayor noticia entre las agrupaciones menores fue el regreso del partido antiinmigración Nueva Zelanda Primero, que en los comicios previos no consiguió ningún escaño. El partido estaba ganando un respaldo de casi 7%, suficiente para ocho escaños.
El triunfo del Partido Nacional no fue lo suficientemente amplio para permitirle gobernar solo. Key muy probablemente buscará el respaldo de partidos menores para fortalecer su posición.
Con la mayoría de los votos contados, el Partido Nacional parecía encaminado a ganar 60 de los 121 escaños en el parlamento, un incremento de dos.
El laborismo tuvo solamente 27% de los votos, lo que significa que perdería unos nueve de sus 43 escaños y el dirigente Phil Goff admitió su derrota.
«No fue nuestro turno esta vez», dijo Goff a sus partidarios.
El partido Verde, a su vez, consiguió 11% de los votos, su mejor resultado.
La elección fue dominada por la popularidad personal de Key. Luego de tres años en el poder, los sondeos mostraban que Key era mucho más popular que Goff. Key se ha ganado el sobrenombre de «Teflon John» por la forma en que nada políticamente perjudicial parece afectarle.
«í‰l es un estratega astuto y un buen administrador», dijo Jennifer Lees-Marshment, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Auckland.
La campaña de Key se centró mayormente en la economía. EL premier prometió regresar al país al superávit y comenzar a pagar la deuda nacional en tres años.