Partido de golpista prepara victoria


Las elecciones legislativas y municipales del próximo domingo en Guinea Ecuatorial se anuncian sin grandes misterios, puesto que está casi cantada la victoria del partido del presidente Teodoro Obiang, quien gobierna el paí­s con mano de hierro desde el golpe de Estado de 1979.


«Son unos comicios sin suspense: todo el mundo sabe que el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) ganará una vez más por amplia mayorí­a, tanto en las legislativas como en las municipales», comenta José Mba, un vendedor en el mercado central de Malabo.

«El PDGE ya es vencedor», se felicita por su parte Vicente Rodrí­guez Siosa, presidente del distrito de Malabo y miembro de la formación en el poder.

Desde la instauración del mutipartidismo en 1991, el PDGE ha arrasado en todas las elecciones, con una estrategia de confusión consistente en crear una gran coalición en la que se incluyen partidos de la «oposición».

Estas pequeñas formaciones, que cuentan con muy pocos militantes, han recibido para esta campaña más de un millón de euros y numerosos vehí­culos 4X4 de lujo, según la radio y televisión nacionales. Para justificar su adhesión, estos partidos explican que quieren «contribuir a ampliar la acción de un hombre, Obiang Nguema Mbasogo», jefe de Estado.

La Convergencia para la Democracia Social (CPDS), principal formación de la oposición, que tan sólo cuenta con dos diputados, ha denunciado repetidamente desde 1991 los «fraudes» electorales y ha impugnado cada uno de los resultados.

Para esta campaña, el PDGE ha distribuido entre los electores dinero en metálico, televisores de pantalla plana y hasta bueyes, financiados por los fondos procedentes de las actividades petroleras.

En sus mitines electorales, sus candidatos se han limitado a menudo a leer un mensaje y el vasto programa polí­tico, mientras los asistentes recibí­an entusiasmados dinero contante y sonante, constató un periodista de la AFP.

La campaña estuvo marcada por el accidente de un avión Antonov 32 del ejército, que dejó 13 muertos, entre ellos varios militantes del PDGE.

«Si estuviéramos en un paí­s normal, la campaña habrí­a sido aplazada para celebrar verdaderos funerales nacionales a las ví­ctimas», criticó Marcial Abaga Barila, un responsable de un partido opositor.

Antigua colonia española a menudo señalada con el dedo por violaciones de los derechos humanos, Guinea Ecuatorial se ha convertido en los últimos años en el tercer productor de petróleo crudo subsahariano, lo que ha permitido un crecimiento económico de dos cifras.

En cambio, se sitúa en el puesto 121 de los 177 paí­ses que conforman la lista del Indice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas.