Los vecinos que utilizan las rutas 260 y 96 en las zonas 18 y 6, se enfrentaron con el problema de la ausencia de autobuses, debido a la ola de violencia de la que continúan siendo objeto. Los usuarios tuvieron que trasladarse en vehículos alternos que les cobraban entre Q3 y Q5, para poder llegar a su destino. Según se indica, la extorsión y los ataques no cesan contra el gremio de transportistas.