Este día se vivió de nuevo el caos vehicular y la manifestación de descontento de pilotos de autobuses urbanos debido a el asesinato de Ruperto Pacheco Pozuelos de 35 años de edad quien fue muerto por un hombre dentro de la unidad ruta 65, C 916-BBD cuando iniciaba labores en la colonia Santa Fe, zona 13 de la capital.
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La viuda de Pacheco, Tomasa López Lázaro afirmó que su esposo pagaba la cuota diaria que exigen los delincuentes y siempre pensó que era mejor dar el dinero pues la vida para él valía más, algo que no respetaron los asesinos.
Varios pilotos inconformes por la indiferencia de las autoridades encargadas de ofrecer la seguridad a ellos y los usuarios, decidieron estacionar la unidades en la plaza Berlín salida principal de la colonia y Boca del Monte, Villa Canales.
Debido al congestionamiento de la hora pico, cientos de conductores experimentaron atrasos como los ocurridos en otros municipios del país cuando se dieron hechos similares. Afortunadamente no bloquearon totalmente el paso porque los agentes de la policía no permitieron tal maniobra. También el usuario salió afectado, ya que debieron abordar buses extraurbanos procedentes de otras colonias y aldeas de Villa Canales.
Los conductores del servicio a Santa Fe, lanzaron amenazas para presionar a las autoridades de Gobernación que se niegan dialogar con ellos para solucionar el conflicto del impuesto de circulación practicado por delincuentes en esa zona al final de la capital.
Consultadas autoridades policiales, indican que en ese territorio actúan la Mara 18, pero curiosamente también un grupo denominado Sureños que sólo delinquen en la colonia donde asesinaron a Pacheco Pozuelos.
Los vecinos también se quejaron que las acciones de intimidación y hechos concretos de la delincuencia, afectan diariamente la vida de muchas familias que allí viven. Cuando ocurren hechos de violencia, la policía ronda unos días y luego se aleja dejándolos a merced los grupos de delincuentes, protestaron.