Parí­s atrae a Scorsese y Woody Allen gracias a rebajas de impuestos


La Torre Eiffel, sí­mbolo de Parí­s. Francia, intenta atraer a cineastas renombrados para que dirijan desde ahí­ pelí­culas. FOTO LA HORA: AFP AURORE MARECHAL

Gracias a sus reducciones de impuestos, el encanto de Parí­s se vende cada vez más en el mundo del cine internacional, atrayendo a realizadores estadounidenses como Woody Allen, Martin Scorsese y Madonna, que filmarán en la capital francesa aprovechando la temporada veraniega.


«Después de la disminución de la actividad observada el año pasado y a comienzos de 2010, Parí­s ve florecer este verano un gran número de rodajes en sus calles», declaró a la AFP Michel Gomez, que dirige el departamento de cine del ayuntamiento.

En 2009, sólo el británico Christopher Nolan aprovechó los dí­as de buen tiempo para rodar durante una semana una escena de la pelí­cula «Inception», con Leonardo DiCaprio y Marion Cotillard.

Este verano, tres proyectos estadounidenses serán realizados en Parí­s.

Woody Allen dará el tono al instalarse en la capital francesa por siete semanas, hasta fines de agosto, para filmar «Midnight in Paris», en la que trabajarán Marion Cotillard, Owen Wilson y en un papel secundario, que dará mucho de que hablar, la esposa del presidente de Francia, Carla Bruni-Sarkozy.

Un equipo casi 100% francés rodará esta comedia romántica ambientada en los años 20, sobre la vida de una pareja transtornada por un viaje a Parí­s.

El mes próximo, Martin Scorsese filmará durante diez dí­as «The invention of Hugo Cabret», una adaptación de la novela de Brian Selznick, donde un joven huérfano vive en una estación de trenes y hospeda a un autómata.

De su lado, la cantante Madonna vendrá tres dí­as a comienzos de agosto a filmar escenas de su drama histórico «WE» consagrado al rey Eduardo VIII de Inglaterra.

«Estas pelí­culas de época necesitan una intervención en la ví­a pública para modificar el mobiliario urbano, quitar las marcas en el pavimento, los carteles», explica Sophie Boudon Vanhille, del departamento de cine de la alcaldí­a de Parí­s.

Creado a fines de 2009, el crédito de impuesto internacional, que se extiende al 20% de los gastos de producción realizados en Francia, hasta un tope de cinco millones de dólares, ha sido decisivo para atraer estos rodajes.

Hasta el momento, 22 producciones, incluidas algunas series de televisión, se han beneficiado, lo que representa 330 dí­as de rodaje y 130 millones de dólares de gastos.

Según Thierry de Segonzac, que dirige la Federación de industrias del cine, del audiovisual y el multimedia (Ficam), el crédito de impuestos generará rápidamente «más de 260 millones de dólares de gastos por año».

«Para las pelí­culas en tomas reales, el crédito de impuesto ha alcanzado plenamente su objetivo: generar actividad económica y permitir a los cineastas extranjeros filmar Francia en Francia, y no solamente simularla en otro lado», explicó a la AFP Franck Priot, delegado general adjunto de Film France, una estructura que trabaja con las producciones extranjeras en Francia.

«No solamente se ruedan más pelí­culas en Francia, sino que la duración de los rodajes se ha alargado», observó.

Y como un hecho rarí­simo, el estudio norteamericano Paramount ha confiado todos los efectos especiales de su gran producción «Thor», de Kenneth Branagh, a la firma francesa Buf.

«Tenemos en Francia estrellas internacionales, equipos mundialmente reconocidos, un paí­s que fascina a todo el planeta, una tradición de acogida encarnado por el Festival de Cannes, estudios de efectos especiales y de animación al nivel de los de Pixar o DreamWorks. Sólo nos faltan grandes estudios como los de Pinewood en Londres o Babelsberg en Berlí­n», estima Briot.

Una carencia que la Ciudad del Cine, proyectada por Luc Besson en el suburbio de Seine-St-Denis, buscará subsanar.