El candidato oficialista Efraín Alegre, del Partido Liberal Radical Auténtico, reconoció ayer su derrota en la elección presidencial ante el candidato opositor Horacio Cartes, del Partido Colorado, que así recupera el poder cinco años después de haberlo perdido ante el ex obispo católico Fernando Lugo.
ASUNCION Agencia AP
«El triunfo no fue posible. Los resultados de nuestros propios cómputos una vez verificados convenientemente nos indican que quedamos entre 5 y 7% por debajo del candidato de la Lista 1 Partido Colorado», dijo Alegre en conferencia de prensa.
Poco antes de la apertura de las votaciones el domingo, Alegre había anunciado que no admitiría su eventual fracaso, pero los resultados de un sondeo a boca de urna y el conteo preliminar, pero oficial, de la Justicia Electoral en favor de Cartes lo hicieron cambiar de actitud.
«Hicimos un esfuerzo extraordinario en el proceso, pero el pueblo se ha pronunciado. No hay más nada que decir», expresó, e inmediatamente se retiró de la reunión con los periodistas.
Alberto Ramírez, presidente de la Justicia Electoral, convocó a los medios para anunciar: «Horacio Cartes es el nuevo presidente del Paraguay».
En otro sector de la ciudad, el candidato izquierdista Mario Ferreiro, de la coalición Avanza País, afirmó que Cartes «ganó y lo aceptamos, pero de acuerdo con el conteo de votos de la Justicia Electoral, al parecer, tendremos cuatro bancas en el Senado. De ser así, será un hecho histórico para la incipiente izquierda paraguaya».
Cartes aceptó breves entrevistas telefónicas con tres radioemisoras de Asunción, en la que dijo que «en su momento, me reuniré con los líderes de los demás partidos y en especial con los del Partido Liberal. Necesitaré de todos los paraguayos para gobernar en los próximos cinco años. La pobreza, la falta de empleos para los jóvenes y los temas internacionales nos esperan».
La Justicia Electoral informó que, de 3,5 millones de individuos habilitados para el sufragio, votaron 2,4 millones, el 68,5% del padrón.
Con 1.970.000 votos escrutados, Cartes recibió el 45,9% de las preferencias; Alegre el 36,9%, y Ferreiro, 5,8%.
Una vez difundidas estas cifras, aunque son parciales, el actual mandatario Federico Franco, del Partido Liberal, anunció desde la residencia oficial que se ponía a disposición del presidente electo «para organizar una transición pacífica y ordenada hasta el 15 de agosto, cuando haremos el traspaso de mando».
Cartes, de 56 años de edad, divorciado, con tres hijos (dos mujeres y un varón) y sin pareja actual, es considerado en Paraguay un magnate por poseer empresas tabacaleras, embotelladoras de bebidas, haciendas dedicadas a la ganadería y al cultivo de soja, y operaciones en la banca, además de ser el presidente del club Libertad, actual campeón de la primera división del fútbol paraguayo.
Reacio a las entrevistas periodísticas, no obstante, hizo algunos pocos adelantos de lo que será su programa de gobierno: presencia de inversionistas extranjeras para instalación de industrias, gestiones diplomáticas para el retorno a Mercosur y Unasur, restitución de relaciones con Venezuela, combate a la delincuencia y construcción de hospitales y escuelas públicas.
No hizo mención a ningún proyecto referente a la reforma agraria.
Aunque la jornada electoral transcurrió mayormente sin incidentes, se informó de dos ataques armados contra un puesto policial de la comunidad Kurusú de Hierro y contra una patrullera policial de la misma zona, perpetrados presuntamente por combatientes de la banda guerrillera Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).