En la página Opinión del prestigiado Diario Tribuna NO Mostrador encontré unas palabras inmortales que escribiera CESARE BECARIA, 1738-1794, literato, filósofo, jurista y economista Italiano: «LA FINALIDAD DEL CASTIGO ES ASEGURARSE DE QUE EL CULPABLE NO REINCIDIRí EN EL DELITO», qué daba a entender este jurista al decir asegurarse de que el culpable no reincidirá en el delito, pues a mi modo de pensar es de que sea fusilado o aplicarle la inyección letal. Recientemente en la China fusilaron a un alto funcionario por actos de corrupción; en Texas Estados Unidos con la ejecución de un hombre de raza negra sumaron 400 ejecuciones desde el restablecimiento de la pena de muerte y en muchos países se sigue aplicando esta pena. Hay algunas personas que se dicen abogar por la abolición de la pena de muerte ahora inyección letal en Guatemala aduciendo que ésta NO ES DISUASIVA; sí es disuasiva porque a quien se le aplica NO VOLVERí A DELINQUIR; Qué ganamos con que los asesinos los tengan cumpliendo largas condenas, dándoles de hartar con el pistillo de nuestros impuestos y con el RIESGO DE QUE SE ESCAPEN. Echemos un vistazo a la INSEGURIDAD QUE VIVIMOS ACTUALMENTE y estas escorias lo matan a usted por placer, tenemos muchos ejemplos pero el más reciente el vil y cruel asesinato, además de censurable la hija de un político, o quieren estos defensores? que se premien a estos asesinos ??. La Biblia dice: «EL QUE A HIERRO MATA A HIERRO MUERE»; no hay vuelta de hoja. Proverbios 6: 12 al 19 dice: El hombre malo, el hombre depravado es el que anda en perversidad de boca, que guiña los ojos, que habla con los pies; que hace señas con los dedos. Perversidades hay en su corazón; ANDA PENSANDO EL MAL EN TODO TIEMPO; Siembra la discordia. POR TANTO SU CALAMIDAD VENDRí DE REPENTE; SíšBITAMENTE SERí QUEBRANTADO Y NO HABRí REMEDIO. Seis cosas aborrece Jehová y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, LAS MANOS DERRAMADORAS DE SANGRE INOCENTE; El corazón que maquina pensamientos inicuos. Los pies presurosos para correr el mal; el testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos. Por ello LOS ASESINOS DEBEN SER FUSILADOS O APLICARLES LA INYECCIí“N LETAL.