Periódicamente tengo el agrado de recibir la revista Aqua Vitae, que, como su nombre lo indica, se especializa en abordar temas referentes al recurso hídrico, publicando ensayos y reportajes escritos por científicos e investigadores de renombre. Una de las más recientes ediciones que me enviaron incluye un trabajo en torno a la “Cosmovisión Maya del Aguaâ€, bajo la responsabilidad de la ingeniera Amalia Racancoj, al frente de un equipo de estudiosos del tema, cuyo contenido es imposible ni de resumirlo en este espacio.
La Gestión Integrada de Recursos Hídricos, considerada desde la visión de los mayas –señala la introducción del trabajo-, intenta volver al análisis profundo de nuestro interior y conjugarlo con el “todoâ€, de lo más pequeño a lo más grande y del infinito a lo particular, hasta lograr un proceso común y armónico para lograr un desarrollo sostenible y transgeneracional.
Explica el ensayo que una verdadera gestión integrada de los recursos hídricos, con la inclusión del pensamiento indígena, podría ayudar a superar la superficialidad y la discriminación para cultivar nuevas mentalidades capaces de recoger el aporte de los demás, así como al asegurarse la gestión integrada de esos recursos en una dimensión pluricultural permitiría disfrutar de la experiencia histórica conjunta, cristalizar la relación entre los pueblos, promover intercambios mutuos de dignidades y afianzar la edificación de una comunidad nacional, basada sobre la cooperación, la paz y la democracia.
La igualdad de derechos y oportunidades entre las mujeres y los hombres de Guatemala –advierte el análisis- es imposible sin el respeto a la diversidad histórica y cultural, lo cual requiere de una nueva mentalidad en la gestión integral de los recursos hídricos en nuestro país, en vista de que la gestión del agua constituye una inmensa oportunidad de participación ciudadana en el ejercicio de la democracia, con el fin de asumir compromisos comunes entre los cuatro pueblos que conforman nuestra nación y entre la sociedad en su conjunto y el Estado.
El desarrollo conceptual Tierra-Agua-Universo-Humanidad es inseparable en el pensamiento de los pueblos indígenas, según los cuales el equilibrio en esta relación, en la que confluyen el todo y las partes, y es vital para la existencia del ser humano. La permanente búsqueda de equilibrio entre nuestras colectividades e individualidades -enfatiza el ensayo-, repetida en cada generación, siempre llega a impregnarnos de las leyes cósmicas; y cada quien las reproduce en su vida cotidiana, hasta conseguir la capacidad comunitaria de preservar y promover la cohesión cultural y de grupo.
Es así como el concepto de gestión del agua, en cualquiera de las comunidades de Guatemala, no puede restringirse sólo a la suma de ciertos elementos del proceso técnico administrativo, puesto que la gestión del agua constituye el círculo global de nuestras vidas.
Dicho en otras palabras, las autoridades que iniciarán la administración del Estado en enero próximo, deben contar con una amplia perspectiva del problema de escasez del agua y sus utilización, sin intentar resolverlo desde la comodidad de sus despachos, sino actuar conforme programas descentralizados para conocer las particularidades de cada población, sobre todo en lo que respecta a los pueblos indígenas, para conservar la continuidad de su memoria colectiva.
Para los interesados, el estudio acerca de “El fenómeno de la pluriculturalidad y gestión integrada del agua†lo pueden obtener completo en la página web www.gwpcentroamerica.org
(El ambientalista Romualdo Tishudo le recomienda a su compadre Apapucio Talishte: -Es recomendable beber, por lo menos, dos litros de agua diariamente –Es un gran desperdicio –responde-, porque el agua se hizo para bañarnos cada sábado haga o no falta)