El malestar generado por la imposición de un nuevo paquete tributario en Purulhá, Baja Verapaz y la reacción popular, motivaron que el alcalde, Ismael Siquic, diera marcha atrás a la medida.
Pobladores de Baja Verapaz mostraron su inconformidad ante la decisión de la corporación municipal de aumentar las tasas municipales para la presentación de servicios, autorizaciones y funcionamiento de establecimientos al servicio público.
El líder comunitario, Selvin López, dijo que la molestia de los vecinos y vecinas se debió principalmente a que las autoridades nunca consensuaron con los representantes de los Consejos Comunitarios de Desarrollo (Cocodes) para que éstos a su vez informaran a la población en general sobre el nuevo paquete tributario, hasta que fue publicado en el diario oficial.
Lideresas locales expresaron que la aprobación de los impuestos afectaría a toda la población, porque por cualquier negocio que emprendieran tendrían que pagar desde 5 hasta 300 quetzales mensuales; en el listado de impuestos existían algunos cobros confusos, que no especificaban exactamente la razón del tributo, mientras que otros grupos, que generan suficientes recursos no aparecían, como los finqueros.
Durante el fin de semana anterior, líderes, lideresas y pobladores se reunieron frente a la municipalidad, para exigir públicamente al jefe edil la derogación del nuevo paquete tributario, lo que finalmente tuvo resultados, pues las autoridades dejaron sin efecto la medida.