La editorial Alfaguara publicó recientemente “Papeles recobrados”, obra póstuma del escritor guatemalteco Francisco Méndez, en el marco de los 50 años de su fallecimiento.
Francisco Méndez nació en Joyabaj, Guatemala, en 1907. Fue uno de los poetas, narradores y periodistas más importantes de la primera mitad del siglo XX. Integrante fundamental del Grupo Los Tepeus, o generación literaria de 1930. Durante muchos años trabajó como Jefe de Redacción de “El Imparcial”. Fundador de la Asociación de Periodistas de Guatemala y acreedor del Emeritissimum de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Entre sus obras se encuentran “Los dedos en el barro” (1935), “Romances de tierra verde” (en colaboración con Antonio Morales Nadler, 1938), “Seis nocturnos” (1951), “Poesía” (1975) y “Cuentos de Joyabay” (1984). Murió en la ciudad de Guatemala en 1962.
De acuerdo con su nieto, el también escritor y crítico literario Francisco Alejandro Méndez, esta obra tiene su origen previo a la muerte del autor, en 1962, pues presintiendo el mal presagio, ordenó algunos textos que mantenía inéditos y los guardó en un cajón. Allí pasaron conservados por medio siglo, añejándose bajo la sombra y el tiempo. Fue hasta hace poco que fueron redescubiertos y recuperados por su hijo y su nieto.,
“Papeles recobrados” consta de once cuentos y una novela, de las cuales no se tenían conocimientos de Méndez. “Los sueños de Juan Lorenzana” es una novela urbana que nos devela, a partir de la vida cotidiana de una pareja en la Guatemala de la primera mitad del siglo XX, el profundo proceso de transformación de una tranquila capital provinciana en una ciudad más agitada, en la que los cambios externos son también una metáfora de incesantes y subterráneos conflictos.
Méndez había publicado buena parte de su producción literaria en el ya desaparecido diario “El Imparcial”, del cual se habían extraído varios de sus cuentos recopilados, en la década de los ochenta, bajo el título de “Cuentos de Joyabaj”, producción la cual revela una Guatemala profunda y mágica, de ambiente rural, y que nos cuenta historias de los dramas cotidianos en el interior del país, cuando entonces Guatemala era una enorme cantidad de pueblos y aldeas que no tenían mucha comunicación entre sí, y que vivía lentamente el desarrollo.
Parte de la importancia de “Papeles recobrados” es continuar conociendo la obra de este importante autor, así como la inclusión de la que hasta ahora es la única novela que se le conoce, y que está ambientada en un ambiente urbano, no como su anterior producción.
“En estos relatos, Méndez Escobar confirma su extraordinaria forma de narrar, de describir ciertos aspectos del ser humano, algunos producto de la magia y el conocimiento popular; otros, producto de profundas reflexiones sobre la difícil condición del alma humana. A lo largo de estas páginas se funden la ficción y la realidad”, explica su nieto, Francisco Alejandro Méndez, en la semblanza que hace dentro del libro sobre este autor.