El papa Francisco advirtió hoy a los administradores del Vaticano que su trabajo puede experimentar una espiral descendente hacia la mediocridad, los chismes y discusiones burocráticas si olvidan que lo suyo es una vocación profesional de servicio a la Iglesia.
El papa hizo el comentario el sábado en su mensaje navideño a la Curia Vaticana, la burocracia que conforma el gobierno central de la Iglesia Católica Romana. El discurso era muy esperado dado que Francisco fue electo en un mandato que pretende reformar la anticuada y muchas veces disfuncional administración.
Apenas la semana pasada, el papa Francisco reestructuró la poderosa congregación de obispos, retirando al archiconservador cardenal estadounidense Raymond Burke, al presidente de la conferencia de obispos de Italia y a otro italiano de línea dura, el cardenal Mauro Piacenza, que de antemano había quedado fuera de la Sagrada Congregación para el Clero.