EL Papa Francisco aportó pruebas al juicio que culminó con las condenas de dos exmilitares por el crimen del obispo Enrique Angelelli, cometido hace 37 años durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), informó hoy la prensa.
El diario «La Nación» publicó que el sumo pontífice entregó en 2013 a la investigación judicial del homicidio una documentación que estaba guardada en el Vaticano y que daba cuenta que Angelelli había denunciado ante la Santa Sede las amenazas que recibía y las sospechas que tenía acerca de los asesinatos de otros dos sacerdotes, el argentino Carlos de Dios Murias y el francés Gabriel Longueville, cometidos en el país en julio de 1976.
Las pruebas aportadas por Francisco, indicó el diario, significaron un gesto «arriesgado» porque «la revelación de que en el Vaticano existía ese material podría ser usado para argumentar el silencio y la complicidad de sectores de la Iglesia frente a los hechos de la dictadura militar» argentina.
Francisco había conocido a Angelelli en 1973 durante un retiro espiritual en el que participó junto a otros sacerdotes de la orden de los jesuitas en la provincia de La Rioja, situada a más de 1.000 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
En 2006, antes de ser papa y al conmemorarse 30 años del homicidio de Angelelli, Francisco había reivindicado en aquella provincia la figura del obispo asesinado en una misa realizada para homenajearlo.
La Justicia condenó este viernes a prisión perpetua a los ex militares Luciano Menéndez y Luis Estrella por el crimen de Angelelli.
El Tribunal Oral Federal (TOF) de La Rioja consideró en su sentencia que Menéndez y Estrella fueron los autores del asesinato de Angelelli y del intento de homicidio de quien lo acompañaba, su amigo y colaborador Arturo Pinto.
Angelelli murió el 4 de agosto de 1976 cuando el vehículo en que viajaba junto a Pinto volcó por causa de otro vehículo. Aquel día, Angelelli y Pinto llevaban consigo pruebas recolectadas sobre los crímenes de Murias y Longeville, cometidos un mes antes.