Los símbolos religiosos deben ser permitidos en lugares públicos, dijo hoy el papa Benedicto XVI a un grupo de expertos legales católicos italianos.
«La hostilidad frente a todas las formas de reconocimiento de la importancia política y cultural de la religión y en particular la presencia de cualquier símbolo religioso en instituciones públicas (…) no es señal de un laicismo saludable, sino de la degeneración del laicismo», sostuvo el Papa.