Panzós: caso abierto de una masacre (Primera parte)


La matanza de campesinos kekchí­s en Panzós, Alta Verapaz (mayo, 1978), fue comparada por diversas organizaciones internacionales, entre ellas el Comité Mexicano de Solidaridad con el Pueblo de Guatemala, con la masacre de My Lai, en Vietnam y la de Santa Marí­a de Iquique, en Chile. Las fotos de campesinos -hombres, mujeres y niños- arrojados en camiones para el transporte de cualquier cosa, fueron conocidos por la comunidad internacional.

Carlos Cáceres
ccaceresr@prodigy.net.mx

Panzós -anteriormente un puerto fluvial pues a su lado corre el caudaloso rí­o Polochic- se convirtió en un municipio «con una población bajo ocupación militar». La principal ocupación de sus habitantes era y continúa siendo la agricultura -café, yuca, frutas, cosecha del maí­z- y con potreros para pastizales. Sus tierras aumentaron de valor al descubrirse importantes yacimientos de ní­quel, el cual fue un negocio de la compañí­a Explotaciones Mineras de Izabal (Exmibal), que representaba los intereses de la Hanna Mining Company (acero, hierro, carbón), una empresa de Cleveland, en Estados Unidos. Además del ní­quel, en la región se encuentra cromo, cobalto, hierro y otros minerales, entre los que destacaba el cobre a cargo de la empresa Transmetales S.A.

A lo anterior debe agregarse que algunas compañí­as subsidiarias de consorcios petroleros como la Exxon, Shenandoah y los contratos de Hispanoil y Getty Oil, iniciaron la exploración y explotación de petróleo. Asimismo latifundistas de la región impulsaron un amplio programa ganadero junto al proyecto hidroeléctrico Chixoy, el más grande y ambicioso efectuado en Guatemala. También debe destacarse la carretera que es el eje de la Franja Transversal del Norte, que implicaba una polí­tica oficial de desarrollo. Comunicarí­a esta vasta zona prácticamente vinculada a la costa atlántica guatemalteca, así­ como la frontera mexicana, corriendo de manera casi paralela al océano Pací­fico, por el norte de los departamentos de Izabal, Alta Verapaz y Huehuetenango.

Entre los terratenientes militares más importantes empeñados en desalojar a los campesinos que reclamaban sus tierras en Panzós se encontraban el general Otto Spiegler «representante de los terratenientes alemanes que a principios de siglo convirtieron esa región en un enclave prácticamente colonial dedicado a la exportación de café», el ministro de agricultura del presidente general Kjell Laugerud, general Fausto David Rubio, y el «Canche» Marroquí­n quien, junto a los anteriores, integraban el denominado Club de Cobán, llamado así­ por sus intereses económicos y ser originarios de ese lugar. A esta situación debe agregarse la presencia de terratenientes civiles, entre ellos, Mario Sandoval Alarcón, el representante en Guatemala de los grupos de extrema derecha (creador de escuadrones de la muerte) junto a su partido, el Movimiento de Liberación Nacional (MLN), con el cual impulsó lo que llamó «la violencia organizada».

En el texto Voz Informativa Universitaria (Usac, junio, 1978) se expresa: «La verdad es que desde hace muchos años los campesinos de Guatemala exigen se les entreguen las tierras que trabajan desde tiempo inmemorial. Los terratenientes, amparados por autoridades civiles y militares, han venido despojando a los campesinos, especialmente de las regiones indí­genas. El caso de Panzós no ha sido el único ni el primero. Hay cientos de casos que se han quedado en el olvido».