El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, reunido en la ciudad de New York, conocerá y decidirá el 22 de septiembre, la petición que hará Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina ANP, en el sentido de que sea aceptada la adhesión de Palestina a la ONU, como Estado independiente, soberano, miembro de pleno derecho.

El tema ha desatado una tormenta polí­tica y diplomática, e hizo que el gobierno estadounidense advirtiera con firmeza que vetará cualquier resolución en ese sentido, mientras que, su homólogo de Israel lanzó serias amenazas. Todo esto anticipa inminentes y acalorados debates, que casi seguro, desembocarán en una resolución positiva, favorable a reconocer el derecho de Palestina a ser reconocido como legí­timo Estado, que tiene territorio delimitado (en disputa), población, autoridades y leyes propias. Por supuesto, Israel se opone con vehemencia a la iniciativa y por medio del canciller, Avigdor Lieberman, lanzó la advertencia que una declaración unilateral de adhesión a la ONU de un Estado de Palestina, tendrá “consecuencias graves”, sin  hacer referencia a cuáles serí­an. 

Según la agencia francesa de prensa AFP, el viceministro de Asuntos Exteriores de Israel, Danny Ayalón, dijo desde Jerusalén que una declaración de ese tipo, romperí­a todos los acuerdos con los palestinos y añadió: «Si los palestinos adoptan una acción unilateral, ello significarí­a la anulación de todos los acuerdos, liberando a Israel de todos sus compromisos y los palestinos tendrán la entera responsabilidad».

Con excepción de Guatemala, la mayor parte de naciones en la región centroamericana, como El Salvador, Honduras y Nicaragua, han hecho público el respaldo a la petición de que se reconozca a Palestina con la calidad de nuevo Estado adherido a la ONU. En el mismo sentido, la mayorí­a de paí­ses latinoamericanos, encabezados por Brasil, Venezuela y Argentina, los caribeños y varios otros del mundo, han anticipado que se sumarán a las naciones islámicas apoyando la creación de un Estado palestino. ¿Qué estará pensando el canciller Haroldo Rodas?

La actitud reservada del gobierno guatemalteco respecto a este asunto, oculta cuál es la posición de paí­s y pone de manifiesto el servilismo de las autoridades nacionales, a favor de los intereses estratégicos y hegemónicos de los gobiernos de Israel y Estados Unidos. Guatemala debe apoyar la petición de la ANP, pues contrario a lo que sostienen algunos analistas, la creación del Estado de Palestina, con seguridad puede contribuir a lograr la paz en el Oriente Próximo.

Entiendo que este tipo de temas son bastante polémicos, delicados y que despiertan pasiones antagónicas entre defensores y detractores de una u otra causa; que el conflicto árabe-israelí­ entre judí­os y palestinos es milenario, pero que es necesario resolver en definitiva para que deje de ser foco creciente y permanente de conflictividad y tensión bélica, pues altera la paz mundial; sobre todo, luego que el gobierno israelí­ del primer ministro Benjamí­n Netanyahu, dificulta las negociaciones al insistir en la polí­tica de expandir los asentamientos de israelitas en territorios árabes. Pienso que de la misma manera, en que Israel alcanzó en 1948 el reconocimiento de Estado por parte de las naciones del mundo; ahora le llegó la oportunidad a los palestinos, quienes también merecen tener su propio Estado, para dejar de ser territorio ocupado.