Las autoridades paquistaníes garantizaron este viernes el restablecimiento de los derechos fundamentales, algunos de los cuales están suspendidos desde que el 3 de noviembre se instauró el estado de excepción que el presidente Pervez Musharraf levantará el sábado.
Las reuniones públicas estaban prohibidas, y la libertad de expresión y de movimiento fueron restringidas bajo esa ley excepcional, cuya vigencia se prolonga desde hace una cuarentena de días.
Sin embargo, la mayoría de estas prohibiciones no fueron observadas escrupulosamente: hubo manifestaciones (aunque algunas fueron reprimidas con violencia), y la prensa, sobre todo la gráfica, no dejó de criticar al poder.
«Todos los derechos fundamentales de los ciudadanos serán restaurados con el levantamiento del estado de excepción el sábado», declaró a la AFP el fiscal general de Pakistán, Malik Qayyum, principal abogado del gobierno.