Director de la OIT para Centroamérica, Haití, Panamá y República Dominicana
El nuevo Presidente de El Salvador ha anunciado un Plan anticrisis orientado a la creación de 100 mil puestos de trabajo, en 18 meses. Encuestas de opinión dadas a conocer al inicio de la nueva administración indican que 25% de los salvadoreños colocan al empleo y los salarios al tope de sus prioridades. El presidente Funes también anunció el inicio de un Diálogo Nacional para el Empleo y la Política Fiscal.
El trabajo está al centro de las preocupaciones de la gente, usualmente es el eje de las propuestas electorales y debería estar en el corazón de las políticas públicas. Lo ideal para la democracia es promover un modelo de desarrollo con más y mejores empleos, a partir de políticas socioeconómicas integradas que busquen deliberadamente el crecimiento económico con trabajo decente para todos.
Proyecciones recientes para 2009 muestran un nuevo aumento del desempleo, de los trabajadores pobres y de las personas con empleos vulnerables. Por ello la Conferencia Internacional del Trabajo (3 a 19 de junio) tomará en consideración un Pacto Mundial para el Empleo diseñado para promover una respuesta política coordinada a la crisis mundial.
En su Actualización de las Tendencias Mundiales del Empleo, la OIT presenta un rango de entre 210 y 239 millones de desempleados a nivel mundial para 2009. Esto corresponde a tasas de desempleo global de 6,5 y 7,4 por ciento, respectivamente. En América Latina, se prevé que la tasa de desempleo aumente de 7,1 por ciento en 2007 a entre 8,4 y 9, 2 por ciento en 2009.
El Informe señala que un aumento de entre 39 y 59 millones de desempleados, comparado con cifras del 2007, dependerá de la efectividad en la ejecución de los gastos fiscales que decidan los gobiernos y del funcionamiento del sector financiero. En Centroamérica y República Dominicana todos los gobiernos han tomado medidas anticrisis las cuales están condicionadas por los recursos públicos de los que disponen y de la capacidad institucional pública y privada para llevarlos adelante o colaborar con ellos.
El desempleo abierto es sólo una parte del problema actual ya que la falta de trabajo decente en la subregión, por ejemplo, es más importante. Tómese en cuenta las diferencias en las condiciones laborales entre hombres y mujeres y el alcance efectivo de la cobertura de la seguridad social así como el trabajo infantil. En Mesoamérica y República Dominicana 21 millones de personas constituyen su fuerza laboral y casi la mitad de ellos no cuentan con empleos formales aunque igual se esfuerzan desarrollando su laboriosidad y creatividad en actividades que nos les permiten progresar aunque sí sobrevivir.
Juan Somavia, Director-General de la OIT, señala que experiencias pasadas sugieren que, luego de una reactivación económica, los mercados laborales tardan en promedio 4 ó 5 años en recuperarse. Existe riesgo de que la crisis mundial del empleo persista no obstante la recuperación de los mercados de valores y del crecimiento económico. Una prolongada crisis del empleo sería, sin lugar a dudas, seria amenaza para la gobernabilidad democrática. Ella sería mayor allí donde los precios altos de los alimentos persistan, donde las grandes disparidades de ingreso entre ricos y pobres se mantengan y el debilitamiento de las clases medias se agudice.
El Pacto Mundial para el Empleo que será analizado con presencia de Jefes de Estado (15 y 16 de junio) estimularía la economía real y daría apoyo a las familias trabajadoras a través de medidas orientadas a fomentar el empleo. Se buscaría, además, una salida productiva a la crisis a través de -entre otras medidas- la promoción de las pequeñas y medianas empresas, que son las unidades productivas que generan mayor cantidad de puestos de trabajo.
La crisis y su respuesta deberían servir para fortalecer la gobernanza democrática en Centroamérica, Panamá y República Dominicana y establecer un modelo de desarrollo que merezca el calificativo de humano porque se sustenta en políticas que ponen al centro a la gente y su trabajo.