Pacto de impunidad para Chirac


Pacto. El presidente francés, Jacques Chirac, habrí­a alcanzado un pacto de impunidad con Nicolás Sarkozy.

El semanario satí­rico francés Le Canard Enchainé publicó hoy que el conservador Nicolas Sarkozy habí­a prometido al actual mandatario, Jacques Chirac, que no tendrí­a que rendir cuentas ante la justicia por algunos asuntos turbios si éste le apoyaba en la campaña presidencial.


Las acusaciones fueron consideradas el miércoles «sin fundamento» por el Elí­seo, sede la presidencia francesa, y calificadas de «grotescas» por Sarkozy.

Pero su mera publicación provocó un aluvión de protestas de la izquierda, cuando faltan diez dí­as para la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas.

«Es algo grotesco e injurioso. El artí­culo no se apoya en nada real (…) y lo desmiento de la manera más firme y total», aseguró Sarkozy.

Según la publicación, «a cambio del apoyo de Chirac a su candidatura, Sarkozy se comprometió a evitar al presidente saliente cualquier complicación judicial si gana las elecciones».

Le Canard Enchainé afirma que no se tratarí­a «de una amnistí­a especí­fica sobre asuntos financieros», que serí­a una maniobra «demasiado arriesgada», sino de un «proyecto de ley destinado a fortalecer la lucha contra la delincuencia» en el que se incluirí­a un artí­culo sobre el plazo máximo para que un caso prescriba.

«El plazo no serí­a superior a diez años después de los hechos», según la publicación, cuya fuente serí­a un «fiel colaborador de Chirac».

De esta forma tres asuntos financieros algo turbios que salpicaron al actual presidente podrí­an caer completamente en el olvido, entre ellos el caso de los falsos salarios descubierto en el Ayuntamiento de Parí­s, que remonta a más de diez años.

Chirac fue alcalde de Parí­s de 1977 a 1995, cuando fue elegido presidente, y hasta ahora no rindió cuentas ante la justicia gracias a su inmunidad, que terminará en mayo, y pese a que su nombre se vio asociado a varios escándalos.

Algunos colaboradores suyos tuvieron menos suerte, como el ex primer ministro Alain Juppé, y fueron condenados por asuntos en los que el actual jefe de Estado podrí­a también estar implicado o al menos informado.

«Estas acusaciones no tienen estrictamente ningún fundamento y no requieren ningún comentario de nuestra parte», declararon fuentes de la presidencia.

El 21 de marzo, Chirac aportó un tibio apoyo a la candidatura de Sarkozy y aseguró que votará por él por ser el candidato de su partido, la UMP. Los dos polí­ticos mantienen relaciones difí­ciles desde hace más de 10 años pese a pertenecer a la misma familia polí­tica.

«No es la primera vez que oí­mos cualquier cosa de la parte del Canard Enchainé en estas elecciones», recordó el miércoles Xavier Bertrand, portavoz de Sarkozy.

En marzo, la publicación describió las supuestas ventajas económicas de las que se benefició Sarkozy al comprar su apartamento en la burguesa ciudad de Neuilly sur Seine, a las afueras de Parí­s.

Las informaciones publicadas en el Canard Enchainé hicieron que el partido socialista pidiera a cada candidato que «se comprometa, si es elegido, a no enterrar, obstaculizar o declarar una amnistí­a sobre un caso judicial que está sin cerrar».

Para los candidatos de la izquierda radical como el troskista Olivier Besancenot o el lí­der antiglobalización José Bové, las acusaciones del semanario muestran los «arreglitos entre amigos» que se producen en el actual gobierno.