Otto René Castillo


factor-mendez

“Algún día sabrás exacto quién he sido. Y por qué mi ronco carácter.
No he sido nunca rudo con un lirio, un niño o una golondrina. Jamás le he puesto el pie al sueño y al trabajo de un amigo.
Lo humano es para mí lo más alto, a lo que nunca se llega, porque aún galopa en nosotros mucho de la bestia original.

Factor Méndez Doninelli


Y, sin embargo, es muy duro ser hijo de este tiempo.
Pero no es bueno decir todas estas cosas así, porque más luego lloran los naranjos que los hombres.
Así de amargos son los días que corren en mi pobre país.”
(Otto René Castillo. Fragmento IX. “Alto, en mi corazón, arde tu nombre”)

Se cumplen 46 años de la ejecución extrajudicial del poeta y militante revolucionario OTTO RENÉ CASTILLO, capturado, torturado, fusilado y sus restos quemados, por elementos del Ejército guatemalteco en la Base militar de Zacapa en 1967.

Sobre el poeta y su muerte, un ensayo de Luis Cardoza y Aragón dice: “Es indudable la unidad de su conciencia poética con su conciencia revolucionaria. Su poesía se genera en su entendimiento de la poesía y en la coyuntura existencial. Su pluma y su fusil. Para no pocos, su poesía es vista a través de su muerte, de su decisión por el fusil y la montaña, llena de cielo y pueblo. Los dos actos son admirables: la decisión de su destino y su creación poética. Los dos actos están ligados sutilmente. Amor, siempre amor, delicadeza y verdad. ¿Cuál es más alto? En el fondo son uno, sin confusión. Su poesía no vale por haber subido a la montaña y por su asesinato. Vale por sí misma. Obra de amor, de ira y de entusiasmo. Yo no confundo la vida política con la estética, pero sí antepongo la justicia a la cultura que ella se nos donará también como forma de justicia.”

Y continúa diciendo: “Desde luego, no lo sitúo sólo en lo inmediato, aspiro a separarlo de nuestra violencia, a dejarlo en la vida ciertamente más honda de su canto. Sé bien que uno de los signos de nuestra identidad actual es la existencia de “los escuadrones de la muerte”. OTTO RENÉ CASTILLO trasciende con su ternura la realidad y escribe con esa ternura, que es la misma con la cual empuña su fusil amoroso. Yo amo tanto su pluma como su fusil”.

Otro amigo de Otto René, el poeta y ensayista salvadoreño ROQUE DALTON, escribió: “OTTO RENÉ CASTILLO nació en Quetzaltenango en 1936. El derrocamiento de la dictadura de Ubico y el inicio de la etapa democrática (Gobiernos de Arévalo y Árbenz) cayeron como una ola sobre la niñez del futuro poeta y héroe revolucionario, y llenaron de estímulos político-sociales su vida circundante, sus años de la primera educación, su adolescencia. Cuando el imperialismo derrocó en 1954 al Gobierno de Árbenz, frustrando para una larga temporada la revolución guatemalteca, OTTO RENÉ CASTILLO era Presidente de la combativa Asociación de Estudiantes de Post-primaria y uno de los activistas juveniles más destacados del Partido Guatemalteco del Trabajo. A los 18 años de edad, junto con un nutrido grupo de revolucionarios guatemaltecos se establece en El Salvador, buscando la proximidad a la patria que haría más eficaz la continuación de la lucha. Ingresa a la Universidad después de un tiempo de dedicarse a diversos oficios para ganarse la vida: sereno de un parque de automóviles, pintor de brocha gorda, vendedor de libros.”

P.S. HOY, a las 5 de la tarde, en la Plaza de la Constitución, foro público en conmemoración de la toma de posesión del Presidente JACOBO ÁRBENZ GUZMÁN, el 15 de marzo de 1951. Están invitados.