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Al inicio del actual perí­odo de Gobierno usted fungió como Comisionado Presidencial de Seguridad, de haber continuado en ese cargo ¿Cómo considera que se encontrarí­an los niveles de violencia actualmente?

Si se hubiera seguido el plan que se habí­a diseñado a principios de este Gobierno, hoy serí­a totalmente diferente la situación de seguridad que se estarí­a viviendo, no se tendrí­a esta escalada de violencia, de crí­menes, de maras de los problemas en las cárceles y transporte público, porque habí­a, justamente, diseñado un programa que estaba orientado a lograr que se frenaran todos esos problemas. Yo estuve cuatro meses en ese cargo y me di cuenta que el presidente Berger no tení­a el interés de apoyar el tema de la seguridad, que no estaba contemplado en sus prioridades y que la figura del Comisionado resultaba ser más decorativa que realmente de acción y viendo estos problemas y la falta de apoyo, tomé la decisión de retirarme y retornar al Congreso desde donde impulsamos, en su momento, toda la agenda legislativa de seguridad.

Posteriormente fueron nombrados al frente del Ministerio de Gobernación y de la PNC Arturo Soto y Gustavo Dubón, quienes fueron sustituidos por Carlos Vielmann y Erwin Sperisen recientemente, obligados a renunciar al ser acusados por los Patriotas de integrar escuadrones de la muerte ¿Cómo han seguido ustedes este proceso?

Actualmente seguimos en nuestro papel de fiscalización que nos corresponde, creemos que la actual ministra Adela Camacho de Torrebiarte tiene una tarea pendiente de terminar con la depuración en las filas de la PNC. Nosotros creemos que aquí­ hubo graves señalamientos en contra de asesores del ministro Vielmann que actualmente continúan en sus puestos y que no se ha tomado ninguna decisión por lo que consideramos que la penetración que estaba haciendo el crimen organizado, luego de los señalamientos y la interpelación bajaron de nivel, pero estimamos que la depuración debe continuar y esperamos que sea una de las prioridades de la Ministra, lo cual demostrarí­a un avance importante.

Luego de presentar estas denuncias ¿En qué manera cambió su vida y la de los Patriotas?

Definitivamente hubo una serie de amenazas a integrantes del comité Ejecutivo y diputados de nuestro partido, luego de las denuncias presentadas al Ministerio Público contra de integrantes de escuadrones de la muerte dentro de las estructuras del Ministerio y de la interpelación que los obligó a renunciar. Además, se tuvo que incrementar la seguridad de algunos directivos, pero considero que son los riesgos y desafí­os a los cuales nos enfrentamos cuando se trata de denunciar a los malos funcionarios e integrantes de bandas del crimen organizado.

Durante el tiempo que laboró como Comisionado Presidencial ¿Tuvo conocimiento de la existencia de estos escuadrones?

No en ese tiempo. Aquí­ lo que quedó evidenciado es que estas estructuras se fortalecieron y cobraron vida después de que yo me retiré y cuando fueron sustituidos en sus cargos los licenciados Arturo Soto y Gustavo Dubón por Carlos Vielmann al frente del Ministerio de Gobernación y Erwin Sperisen de la Policí­a Nacional Civil. Los señalamientos y signos de la existencia de estructuras paralelas se comenzaron a realizar después del mes de junio de 2004, en lo que respecta a casos de limpieza social y la existencia de grupos operativos ilegales dentro de la PNC. Durante los cuatro meses de mi desempeño no percibí­ algo similar, aunque no descarto que existieran, pero de haber sido así­ no era algo institucional como se evidenció posteriormente.

¿Qué lo motivó a usted y a sus diputados a realizar las denuncias, tomando en cuenta que, evidentemente, sus vidas corrí­an peligro?

Nosotros creemos que cuando estamos hablando justamente de mano dura es lograr los cambios que Guatemala necesita, es necesario ese carácter y firmeza. Fue por ello que antes de denunciarlos analizamos que nos enfrentarí­amos a un Ministro proveniente del sector privado, lo cual nos podrí­a provocar fuertes roces con esa cúpula, sabí­amos también que í­bamos a enfrentar a las mafias y al crimen organizado y a los mismos cuerpos de seguridad del Gobierno, por lo que o los denunciábamos o nos quedábamos callados convirtiéndonos en copartí­cipes de estos hechos y, aunque algunos sectores nos señalaron de oportunistas ellos sí­ guardaron silencio. Nuestra actuación demuestra que somos personas que estamos dispuestas, incluso, a exponer nuestras vidas cuando se trata de denunciar a los malos.

Tomando en cuenta que usted acompañó al presidente Berger a las colonias peligrosas ofreciendo seguridad a sus habitantes, el mandatario ha iniciado una nueva visita a estos lugares ¿Qué resultados les llevará y qué respuesta obtendrá de la población?

Yo considero que quien recibe un duro rechazo durante esta acción es el presidente Berger, porque al inicio de su gobierno prometió seguridad, pero nunca hubo continuidad y solamente hemos visto improvisaciones y justificaciones cuando se refiere al incremento de la violencia de una manera tonta al pretender hacer creer a la población que la escalada de hechos delictivos se debe a la campaña electoral; es únicamente tratar de encontrar excusas que en este momento nadie se las cree, pues no demostró medidas integrales de seguridad. Lo único que recibe al retorna a estas colonias son quejas, reproches y el rechazo de la población que se encuentra aún más a merced de las maras, bandas delincuenciales y del crimen organizado, debido a la falta de carácter del mandatario.

¿Cuáles son las reformas a la Constitución que usted considera que deben realizarse?

Entre las reformas que considero deben realizarse destaca lo relacionado a la inmunidad de la cual gozan los funcionarios, que se ha convertido en impunidad, lo cual debe ser eliminado para evitar que se continúe delinquiendo bajo la figura de funcionario público. La otra es la facilidad que actualmente existe para optar a un cargo de diputado en el Congreso, pues para mejorar la calidad de trabajo en lo que respecta a la emisión de leyes, debemos comenzar con mejorar la calidad de los congresistas, pues sólo con ser guatemalteco y contar con 18 años de edad no es garantí­a para llegar a hacer un buen trabajo en el Organismo Legislativo. Por último, se debe reformar lo que respecta a diputados por listado nacional y departamental para que quienes opten a una curul reciban el apoyo directo de sus poblaciones. También en el caso de los gobernadores departamentales, considero que debe ser por elección popular y no nombramientos a dedo como actualmente se realiza. De igual manera la elección para Contralor General de Cuentas de la Nación así­ como en lo que respecta al Fiscal General y Jefe del Ministerio Público y los magistrados de las diferentes Cortes. Ahí­ creo que, ahora, es el momento de hacer otro tipo de reformas. Entonces si a esto le sumamos las 14 reformas que vení­an de los Acuerdos de Paz, tenemos ya un paquete de reformas importantes que no queremos que sea muy extenso, pero que sean cosas que ya la experiencia nos ha demostrado que en este momento es necesario entrar a hacerlas.

Se han cumplido ya diez años de la firma de los Acuerdos de Paz y siendo usted en ese entonces uno de los funcionarios que participó activamente en que este proceso se consolidara ¿Qué opinión le merece que a la presente fecha aún no se ha cumplido con los compromisos que esto conlleva?

Yo creo que son importantes los avances que se han dado, pero diez años después hay compromisos importantes que todaví­a están pendientes en el tema socioeconómico agrario, en el de los pueblos indí­genas, en el del fortalecimiento del poder civil hace falta mucho camino que recorrer. Y como se dijo, los Acuerdos de Paz derivaron en una agenda nacional que tiene una visión muy amplia a lo cual se le sumó una agenda compartida, ahora se le suma el Plan Visión de Paí­s y las Metas del Milenio lo cual nos viene a reflejar que hay un direccionamiento sobre el cual debemos de seguir caminando, siendo responsabilidad de los partidos polí­ticos ir cumpliendo con todos esos compromisos, que obviamente no son compromisos que se van a sacar adelante en seis meses, pero que hay que seguir transitando en la ruta y que nosotros creemos es importante y que marca muy bien el cumplimiento de los Acuerdos de Paz.

¿De qué manera piensa reactivar el desarrollo socioeconómico especialmente el área rural donde la población sufre una serie de injusticias como explotación laboral, bajos salarios y falta de acceso a servicios de salud?

En el plan económico del Partido Patriota nosotros tenemos muy claro, primero el concepto de seguridad democrática que estamos impulsando es integral, lo cual también abarca la seguridad jurí­dica. Entonces contamos con seguridad jurí­dica, reglas claras y estables, certeza en las inversiones porque queremos hacer de Guatemala un paí­s previsible donde los inversionistas extranjeros y naciones confí­en en que su inversión no estará en riesgo de perderse por cualquier situación, que se cuente con una economí­a abierta y con capacidad de competencia internacional. También pretendemos impulsar un modelo económico en el área rural que lleve a nuestros campesinos a poderse movilizar de la agricultura de subsistencia en la cual están actualmente a una de excedencia que le permita encontrar mercados y mejores precios para la venta de sus productos y con ello poder atender las necesidades básicas de sus familias.

En lo que respecta a la violencia polí­tica ¿Cuál es el punto de vista del Partido Patriota?

Es triste y lamentable que se sigan produciendo estos hechos, pero la violencia polí­tica la vemos enmarcada dentro de la violencia generalizada que vive el paí­s, que ha desbordado totalmente a las instituciones de seguridad que me atrevo a decir que están colapsadas con los graves señalamientos que pesan sobre la Policí­a Nacional Civil, PNC, y los partidos y campaña polí­tica no hemos sido ajenos a ella.

Al menos cinco personas entre correligionarios y dirigentes del Partido Patriota han sido ví­ctimas de la violencia, tanto en la ciudad capital como en el interior del paí­s desde el momento en que el partido fue fundado a la fecha.

¿En qué manera ha aumentado la simpatí­a del binomio Pérez Molina y Castillo Sinibaldi desde el inicio de la campaña polí­tica?

Nos hemos sentido muy contentos por la respuesta que los guatemaltecos están dando a nuestra candidatura y a la propuesta de seguridad y empleo, es la base de ello y esto nos demuestra que los guatemaltecos empiezan a posicionarnos como una de las principales fuerzas polí­ticas del paí­s. Esto es motivante porque el 13 de junio cumpliremos cinco años de fundación y en ese tiempo hemos legado a la preferencia de la población lo que nos demuestra que hemos hecho bien las cosas y que estamos cerca de las demandas de la ciudadaní­a, esto nos compromete a continuar en la lucha.

¿Qué piensa de las últimas encuestas publicadas?

Más allá de los números que estas revelan, la respuesta la hemos sentido en los municipios durante nuestro recorrido por el interior del paí­s, donde hemos recibido el apoyo espontáneo de la población que nos ha demostrado su simpatí­a. Lo que nos revelan las encuestas, pese a las diferencias que pudieran reflejar los números que indican una cantidad de indecisos más o menos que otras, es que Otto Pérez y los Patriotas continuamos creciendo, mientras que los que están en la competencia con nosotros están descendiendo, por lo tanto nos mantenemos en un sólido segundo lugar superados únicamente por un candidato que va por tercera vez en busca de la Presidencia.

Se ha especulado que con la victoria de alguno de los candidatos presidenciales se allanarí­a el retorno al paí­s del ex presidente Jorge Antonio Serrano Elí­as actualmente exiliado en Panamá. ¿Serí­a este el candidato del Partido Patriota?

Definitivamente en el Gobierno del Partido Patriota y de Otto Pérez Molina la única manera en que Serrano regresarí­a al paí­s serí­a conducido para responder ante la justicia, y posteriormente a la cárcel, que es donde debe estar por los graves delitos cometidos durante el ejercicio de su mandato presidencial. De esta manera, descarto totalmente que el ex presidente Serrano Elí­as pueda retornar al paí­s amparado por la impunidad durante el ejercicio de nuestro gobierno.

¿Qué puede recordar al respecto de su salida del Ejército, luego de ocupar el cargo de Jefe del Estado Mayor Presidencial sin poder llegar al grado máximo que es el de ministro de la Defensa Nacional?

Normalmente el puesto de Ministro de la Defensa es una decisión del Presidente de la República, yo tuve la oportunidad de estar en las posiciones para tener acceso al mismo cuando el FRG asumió el poder polí­tico y obviamente al existir unas diferencias muy marcadas entre el general José Efraí­n Rí­os Montt y mi persona que viene por asuntos de historia y por los momentos que nos tocó vivir, eso cerraba totalmente la posibilidad para que yo pudiera ocupar ese cargo. Por esa razón decidí­ retirarme y aunque todaví­a tení­a tiempo para pertenecer a las filas del Ejército, sin embargo, aunque reuní­a todas las calidades y cualidades que se requerí­an, consideré que al tratarse de una decisión polí­tica esto serí­a imposible, pero me siento satisfecho de mi carrera militar.