El gobierno del presidente Otto Pérez Molina arribó a sus primeros tres meses de gestión y pronto cumplirá cien días en el mandato. Sobre su visión y análisis del balance de este periodo, el Presidente concedió una entrevista a La Hora, en la que, entre otros temas, aclara lo ocurrido en los problemas de medicamentos y la renuncia del Ministro de Salud.



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¿Cuáles serían los principales logros, a nivel interno y externo, que considera se alcanzaron durante sus primeros tres meses de gobierno?
Primero, la integración del equipo ha sido una parte importante. Es un equipo comprometido, que ha estado en la lucha, que no escatima tiempo para hacer el esfuerzo, incluyendo sábados y domingos.
Luego de eso, la creación del Ministerio de Desarrollo Social y el avance que ha tenido en estos tres meses, para tener una poderosa herramienta, como será llegar a cada uno de los beneficiarios y saber exactamente quienes son. Saber cuántas personas de cada familia están recibiendo el beneficio en diferentes programas. Además, tener listo el Ministerio para finales de este mes, es un logro importante.
Hay que mencionar también los avances en el tema de seguridad con la implementación de las fuerzas de tarea y los resultados que han dado. Precisamente hoy –jueves– se está desarticulando otra de las bandas de secuestradores, que con los registros y la información que se tenían, prácticamente las seis bandas que estaban funcionando en tres meses fueron desarticuladas.
Son logros importantes que están dando las fuerzas de tarea conjuntamente con las fuerzas de seguridad, que de seguir así, obviamente vamos a ir teniendo más avances.
De los tres pactos que hemos hablado, por un lado, sobre el Pacto Fiscal, se aprobó la actualización tributaria y se trasladó un paquete de 11 leyes –de transparencia– al Congreso de la República, para que los diputados puedan mejorarlas, corregirlas o cambiar las cosas que a su criterio sean de beneficio para el país.
Por otro lado, está el lanzamiento del pacto Hambre Cero, que por ahora no se han visto los resultados y va costar empezarlos a percibir. Pero hay avances importantísimos que no se habían hecho en siete años, desde que fue aprobada la ley de seguridad alimentaria.
Es un tiempo corto, pero creemos que la línea que se ha seguido es la correcta para dar al país el rumbo que necesita.
¿Cómo encuentra la gestión pública desde su nueva posición? ¿Es lo que esperaba?
Sí. Con la experiencia que tuve anteriormente dentro del servicio público, conozco perfectamente las dificultades, los problemas, lo difícil que es integrar equipos y lograr que empiecen a trabajar y avanzar. Es una maquinaria muy grande que debe estar bien articulada. Y eso toma tiempo.
Los problemas son muy complicados y diversos. Desde demanda de tierras hasta problemas estructurales que por mucho tiempo han estado presentes y no se han resuelto. Están presentes y van a seguir estándolo. Nosotros vamos hacer nuestro mejor esfuerzo para poco a poco encontrar soluciones.
Es lo que esperaba y sabía que me iba a tocar enfrentar. Es lo que nos está tocando vivir ahora.
En esa línea. ¿Cómo califica el rol de la oposición política a su mandato?
Yo creo que la oposición se ha excedido realmente. Más que todo en el Congreso, porque es el único lugar donde se la puede ver, entrampándolo y sufriendo un desgate que arrastra a toda la institución.
No vemos que sea constructiva, por el contrario, es destructiva y acostumbrada a hacer las cosas que se hicieron en periodos anteriores y, nosotros, no vamos por esa línea.
¿Cómo ve el tema de la seguridad y algunos de los hechos de gran impacto que han ocurrido desde el día antes de la toma de posesión?
Nosotros estamos haciendo una propuesta en la región, que ha salido al mundo entero. Que es la de sentarnos y dialogar sobre rutas diferentes de lo que hemos hecho en la lucha contra el narcotráfico. Pero mientras no se logre un acuerdo en la región, nosotros vamos a seguir con la lucha que tenemos que hacer para enfrentarlo.
Esta lucha incluye hacerla con firmeza y con todos los medios que nosotros tengamos a disposición para enfrentar a los carteles del narcotráfico.
En estos tres meses se tiene no solo la captura de Walther Overdick, sino también de quien estaba reorganizando en Alta Verapaz a los Zetas, además de la captura de un grupo en Petén relacionado con el narcotráfico, el decomiso de precursores químicos de drogas. Lo más reciente en Santo Tomas de Castilla, por un equivalente a Q45 millones.
También tenemos la destrucción de plantaciones de amapola, que a precios de mercado equivaldría a US $1 mil millones. Eso muestra el esfuerzo y que nosotros vamos a seguir en esta lucha.
¿Qué siente cuando le informan de la muerte de algún guatemalteco a causa de la violencia?
Mucha tristeza. Estoy pendiente de eso todos los días. Lo primero que hago es recibir un informe de lo que pasó el día anterior y, obviamente, veo el detalle de lo que ocurrió… el número de asesinatos y hechos delictivos.
No sólo me da mucha tristeza enterarme del asesinato de un guatemalteco o guatemalteca, sino que también me da angustia y coraje, que tenemos que seguir trabajando muy fuerte para llevar esa seguridad que los guatemaltecos están esperando y frenar esa violencia que nos sigue castigando a todo el país.
Su gobierno ha señalado varios hechos de corrupción de la administración anterior ¿Cuenta con pruebas que lo respalden para hacer denuncias?
Nosotros esperamos que sí. A nosotros nos corresponde hacer la denuncia, pero la investigación le corresponde al Ministerio Público. Vamos a colaborar y aportar todo lo que podamos para que efectivamente se pueda llegar a deducir responsabilidades a quienes corresponda.
Hay todavía auditorías internas que están corriendo en este momento, que les pedimos a los ministros. Habíamos tomado un plazo de tres meses precisamente, en el Ministerio de Comunicaciones, por ejemplo, para que de ahí se empiece a deducir responsabilidades de lo que sucedió con la deuda flotante que ha seguido creciendo y casi va por Q7 mil millones.
Hay hechos ilícitos que se cometieron. Nosotros esperaríamos que durante el mes de mayo empecemos a llevar esta denuncia al Ministerio Público, y que este, junto a la Contraloría, continúen con las investigaciones.
Previamente a asumir su mandato, usted dijo que no pagarían la deuda flotante, porque era ilegal, ¿qué criterios utilizan ahora para comprometerse a cancelarla a los constructores?
Nosotros seguimos en la misma posición. Lo que pasa es que nos heredaron dos clases de deuda en el Ministerio de Comunicaciones. Deuda flotante, que son Q6 mil 800 millones, y deuda ejecutada, que va por Q3 mil 500 millones. Seguimos haciendo investigaciones, incluso de campo.
No vamos a pagar deuda donde haya corrupción y donde no haya avance como debe ser. Continuamos nuestra posición con la deuda de Q6 mil 800 millones. Con la ejecutada, que tiene un respaldo legal y cumple con requisitos de ley, además de revisarla, la vamos a asumir como responsabilidad de Estado, que fue una irresponsabilidad del gobierno anterior -contraerla.
Sobre el tema de medicamentos, de rescindir contratos y retractarse de ello ¿Cuáles fueron los objetivos y razones que motivaron tales medidas?
Primero que nada, el contrato abierto ya estaba hecho. El Ministro de Finanzas, luego de los estudios realizados, declaró que los contratos no cumplían en el asunto de los precios. Lo que hizo fue prácticamente botar los contratos.
Lo que siguió fue un proceso legal, donde la primera parte fue de mediación para buscar una solución antes de pasar a los tribunales. Nosotros sabíamos que si eso pasaba, nos iba a tomar muchísimo tiempo y se corría el riesgo de verdaderamente quedar desabastecidos.
Entonces, lo que se hizo en la conciliación, es que las partes en que considerábamos que había sobreprecio u otros problemas, se pudieron arreglar. Eso provocó que se levantara nuevamente el contrato abierto. Ahora no hay ningún sobreprecio, porque se ajustaron al mercado y no como los habían dejado antes.
Siempre en el tema de salud ¿Qué ocurrió con el ex ministro Francisco Arredondo?
El doctor Arredondo me vino a decir, hace un mes, que su salud se estaba resintiendo, pero que iba a seguir haciendo su lucha. Que el compromiso -en el Ministerio- era muy fuerte y, que además, los horarios estaban demandando mucho tiempo, incluyendo el fin de semana.
Por ejemplo, él tuvo que viajar conmigo por lo menos tres fines de semana y luego estar en el gabinete aquí –en Casa Presidencial- el domingo a las cinco de la tarde y luego lunes a las siete de la mañana.
Lo último fue Martes Santo. Vino para hablar conmigo y decirme que, efectivamente, se sentía mal de salud, que había bajado de peso y tenía que hacerse unos exámenes. Que ante esta situación, él sentía que no iba a poder seguir rindiendo o dando los resultados que él mismo quería dar. Y que no quería defraudarse él ni defraudarme a mí, por tanto me presentaba su carta de renuncia.
Yo le pedí que terminara de meditarlo y esperáramos los resultados de los exámenes para saber qué le decían. Estuvimos en comunicación y, el lunes después de Semana Santa, por la tarde, me contó que tenía resultados preliminares y le recomendaban que no siguiera con el ritmo de trabajo que llevaba hasta ese momento. Porque no le hacía bien a su salud.
Todavía platicamos de dar plazo para el martes. Y ese día, a media mañana, me confirmó que seguía en la misma línea y que por lo tanto, me estaba ratificando su renuncia. Le dije que respetaba eso y privilegiábamos su salud y su decisión. Posteriormente se hizo el anuncio.
¿Hubo desavenencias entre el equipo de trabajo cercano al exministro que agravaran la situación?
No. Los tres viceministros fueron puestos a solicitud del ex ministro de Salud. Y eso lo pueden averiguar. Aquí recibí las propuestas y lo dejé integrar su equipo más cercano. Que haya siempre solicitudes en los departamentos y regiones, es normal en cualquier ministerio.
Se habló que había malos manejos. Aquí, lo que estamos haciendo, es que la Secretaría de Control y Transparencia y la Vicepresidenta están revisando cada Ministerio. Ese es el trabajo de ella y le tocó el segundo turno al de Salud.
El Ministro vino y delante de él y su equipo se les dijo que había procedimientos que tenían que componer. El mismo (Arredondo) fue sorprendido y le preguntó a su gente si era cierto y ellos le confirmaron que sí. Que eran procedimientos que se usaban antes. Él dijo que los iban a arreglar y a reportar.
Pero esos –las citas con los ministros- son procesos administrativos que nosotros estamos llevando y se van a dar con todos.
Usted dijo que la transparencia es vital para su mandato ¿Quién preparó las iniciativas de ley que han sido catalogadas como débiles?
Nosotros impulsamos las cosas que se cree -necesarias- desde el Ejecutivo y el equipo que trabajó enmiendas a cada una de las leyes, pero eso no significa que nosotros estemos cerrados a que eso sea lo único que tiene que pasar -en el Congreso-. Más bien lo que hicimos fue propiciar, con la propuesta que hicimos, el debate dentro del Congreso, y que de ahí mismo puedan hacer correcciones, ampliaciones o modificaciones que consideren necesarias, para que ojalá tengamos buenas leyes.
El espíritu de lo que nosotros hicimos desde el Ejecutivo al trasladar el paquete de leyes, es de que se legisle a favor de la transparencia y contra la corrupción. Si el problema es que se observa que van débiles, nosotros estamos abiertos para que el Congreso haga su labor y las fortalezca donde sea necesario y nos permita tener un paquete que nos ayude en la transparencia.
¿Por qué la bancada oficial no ha jugado un papel protagónico en este tema, siendo proactiva en establecer los dientes a la legislación propuesta?
La bancada está dispuesta a apoyar las leyes. Lo que no han tenido es el tiempo, porque no han logrado desentrampar la agenda en el Congreso, precisamente obstaculizada por un grupo pequeño de la oposición que cree que eso es hacer oposición.
Yo esperaría que ahorita que se logre desentrampar y que haya sesiones ordinarias, en las que se empiece a conocer iniciativas, por lo menos se inicie a discutir el paquete de leyes por la transparencia.
La bancada oficial está comprometida en respaldarlo, abrir la discusión incluso para que le hagan enmiendas o correcciones que los diputados crean convenientes junto a otros sectores de la sociedad.
¿Cree que al finalizar su gobierno, el tema de la corrupción haya pasado a segundo plano en importancia, porque se hayan eliminado las estructuras que la promueven dentro del Estado?
La corrupción es un monstruo de mil cabezas. Eso lo hemos dicho siempre. No es porque tengamos una Secretaria de Transparencia ya encontramos la solución.
Esto pasa también por el Ministerio Publico, para que luche fuerte contra la corrupción. Pasa por que tengamos una Contraloría General de Cuentas con la disposición de luchar y de verdaderamente hacer los procesos transparentes y de exigirle a los funcionarios y denunciar a los que estén haciendo mal la cosas.
También pasa por el Congreso de la Republica, que logre hacer la legislación que fortalezca a cada una de las instituciones y logre tipificar los delitos.
Creo que es una lucha interinstitucional, incluso entre los diferentes organismos del Estado. Una parte para el organismo Ejecutivo, una para el Judicial y otra para el Legislativo.
Nosotros lo vemos como una decisión del Estado de luchar a favor de la transparencia y contra la corrupción. Así que nosotros vamos hacer la parte que nos corresponda y motivar a los otros organismos.
Angustia y coraje siente al enterarse de la muerte de un guatemalteco
Habla del tema de Arredondo y las medicinas