Finalizando el Siglo XIX en plena Cuaresma de 1898, se produce entre estudiantes de Ciencias Médicas y de Ciencias Jurídicas y Sociales de la tricentenaria Universidad de San Carlos de Guatemala, el feliz alumbramiento de la Huelga de Dolores, máxima expresión de la sátira juvenil universitaria, nacida al cobijo y regocijo de la fiesta estudiantil como repudio a las dictaduras militares que han desgobernado Guatemala.
Este año, los dolores son por el destino aciago de la Patria. Porque algunos juristas al servicio de intereses fascistas de las élites oligarcas, mediante un fallo absurdo e ilegal del Tribunal de Honor del Colegio de Abogados, sancionaron a la Jueza Yassmin Barrios. Dolores por las acciones perversas de grupos fácticos que retuercen la ley, abrazan la impunidad y se empeñan en obstaculizar el valiente trabajo de la Fiscal General, Paz y Paz.
Dolores por las muertes violentas e impunes de jóvenes. Dolores porque el actual Gobierno oligárquico militar, continúa criminalizando la lucha y demandas sociales. Porque los gobernantes comprometen la Soberanía Nacional, hipotecan el territorio y protegen intereses transnacionales. Dolores por la niñez desnutrida que sigue muriendo de hambre. Por la incontenible violencia contra mujeres y ataques al transporte público. Dolores por el letargo de la gente que no reacciona ante tanta perversidad.
Hoy celebramos el 116 aniversario de la centenaria, tradicional, icónica, irreverente, insurgente, impúdica, popular, profana y cojonuda fiesta universitaria. Con nuestra Reina Madrina, la bella, esbelta, incomparable, Santa, eterna y todopoderosa CHABELA. Alrededor de una mesa redonda en el arcaico y atávico lugar que conocemos, vamos a doblar el codo como debe ser, para el brindis anual entre los huelgueros presentes y en honor de los ausentes.
Como ordena la tradición y el Código de Conducta de la Sagrada Hermandad de Dolores, mediante la ayuda de una moderna güija, al filo de la medianoche haremos comunicación con el más allá, allende las fronteras de la vida y de este valle de lágrimas, para conectar a los huelgueros de todos los tiempos, aquellos que se anticiparon en el viaje sin retorno.
Aquí en el sufrido mundo terrenal, dominado por oligarcas neoliberales y milicos mafiosos, tenemos la certeza que los huelgueros ausentes están en el Paraíso, son militantes distinguidos de la Corte Celestial.
Sentados a la siniestra en un trono de Honor, los estudiantes Jorge Gálvez, Noel López, Armando Funes y Felipe Gutiérrez, masacrados por militares el 12 de abril de 1962. Con ellos flanqueados por la CHABELA, el gran “Moyas” Miguel Ángel Asturias, Fito Mijangos, Manuel Colom Argueta, Manolo Andrade, Hugo Rolando Melgar, la “Cuca” López Larrave, Oliverio Castañeda, Lencho Patas Planas, Guayo Besares, Oscar Ruano, Jhony Dahinten, “Perica”, Ronald Villagrán, el “Mico” Carranza, Roberto “el huevo” y Byron Sisniega, “Piqui” Díaz, Héctor Jiménez y otro titipuchal de buenos cuates, rodeados de querubines encapuchados, bailando al ritmo de la CHALANA.
Los 116 años de tradición huelguera han sido también de luto y dolor. Las élites oligarcas, fascistas y militares abrieron sus garras, han atacado sin piedad la sátira estudiantil e intentaron en vano desaparecer este espacio de libre expresión. No pasarán.
Heme aquí en medio de la amargura, la tristeza, desolación e incertidumbre. Brindo por la Patria adolorida que sigue esperando otra Revolución. Brindo por la gloriosa Huelga universitaria, sus costumbres y tradiciones. Por la CHABELA y su nutrido ejército juvenil de reserva. ¡Salud muchachada de siempre! ¡VIVA LA HUELGA DE DOLORES!