Otro Nobel compartido


Ganador. Peter Gruenberg, fí­sico alemán, sostiene un disco duro de computadora, pieza que, al final, serí­a la clave para su Premio Nobel. (AFP / La Hora)

El francés Albert Fert y el alemán Peter Grunberg ganaron el premio Nobel de Fí­sica 2007 por su descubrimiento de una tecnologí­a reciente que permite leer la información almacenada en los discos duros, anunció el martes el comité Nobel.


El descubrimiento de esta tecnologí­a, llamada magnetoresistencia gigante (GMR), «revolucionó las técnicas que permiten la lectura de la información almacenada en un disco duro», indicó el comité en un comunicado.

La GMR puede «ser considerada una de las primeras aplicaciones reales del prometedor campo de la nanotecnologí­a», dijo la Real Academia Sueca de las Ciencias.

Este ámbito de investigación en nanociencias está en plena expansión.

La GMR tiene un impacto muy importante en las tecnologí­as de la información y de la comunicación. Ha permitido, en particular, elaborar los cabezales de lectura que equipan hoy en dí­a todos los discos duros.

Los dos premiados descubrieron la GMR en 1988, durante trabajo realizados de manera separada. Fert y Gruenberg descubrieron que breves cambios magnéticos en un sistema de GMR conducí­an a enormes diferencias en resistencia eléctrica.

Por su parte, estas diferencias provocan cambios en la corriente del cabezal de lectura que escanea un disco duro para detectar los unos y los ceros en que se almacena la información.

Como resultado, el cabezal puede leer áreas magnéticas menores y más débiles, y esta sensibilidad permite que la información se almacene con mayor densidad en el disco duro.

Albert Fret, de 69 años, nacido en Carcassone (sur de Francia) es director cientí­fico de la Unidad Mixta de Fí­sica del Centro Nacional de Investigación Cientí­fica Thales desde 1995.

Peter Grí¼nberg, de 68 años, es profesor en el Instituto Forschungszentrum Jí¼lich, en Alemania.

El año pasado, dos estadounidenses, John Mather y George Smoot, habí­an compartido el premio por sus trabajos sobre las radiaciones cósmicas, que respaldan la teorí­a del Big Bang para explicar el origen del universo.

El Nobel de Fí­sica es el segundo premio atribuido esta semana.

El de Medicina abrió la semana de los Nobel el lunes recompensando a dos investigadores estadounidenses, Mario Capecchi y Oliver Smithies y a un británico, Martin Evans, por el trabajo de creación de ratones transgénicos que abrió un nuevo horizonte a la investigación de enfermedades como el Alzheimer o el cáncer.

El premio de Quí­mica será anunciado el miércoles y el de Literatura del jueves.

El Nobel de la Paz será atribuido el viernes en Oslo y el próximo lunes el de Economí­a cerrará la edición de este año.

Los premios serán entregados oficialmente durante una ceremonia celebrada en Estocolmo y Oslo el próximo 10 diciembre.

Los ganadores recibirán de manos del rey Carlos Gustavo de Suecia una medalla de oro, un diploma y un cheque de 10 millones de coronas suecas (1,08 millones de euros, 1,52 millones de dólares), que puede ser dividido entre tres ganadores en cada categorí­a.

Albert Fert

El francés Albert Fert, de 69 años, que el martes recibió el premio Nobel de Fí­sica 2007 junto al alemán Peter Grunberg por su descubrimiento de la magnetoresistencia gigante, es aficionado al rugby, al jazz, al windsurf y al cine, en particular a las pelí­culas de Pedro Almodóvar.

«He sido muy deportista, jugué al rugby durante 20 años, era mi pasión, y al mismo tiempo hice fotografí­a e incluso pequeñas pelí­culas», afirma el este profesor de la Universidad de Paris 11, nacido el 7 de marzo en 1938 en Carcassonne (sur).

«Mi pasión, actualmente es el cine, me gustan la pelí­culas de Almodóvar, de Woody Allen», añade.

«También hago mucho windsurf cuando puedo, cuando el viento es bueno en el Mediterráneo o en los trópicos», agrega el investigador de la Unidad Mixta de Fí­sica del Centro Nacional de Investigaciones Cientí­ficas (CNRS) Thales, del que fue uno de los fundadores en 1995.

En los inicios de su carrera, en el Laboratorio de Fí­sica de Sólidos de Orsay, las investigaciones de Fert se centraron en los problemas de la fí­sica de los metales y del magnetismo.

A mediados de los años 1980, fue uno de los pioneros de los estudios de nanoestructuras magnéticas y, en 1988, en una colaboración con un laboratorio de Thomson CSF, descubrió el fenómeno de la magnetoresistencia gigante (en inglés Giant Magneto Resistance, GMR).

La GMR tiene aplicaciones importantes. Actualmente es utilizada en la lectura de los discos duros de los ordenadores y ha permitido un aumento considerable de la información almacenada en un disco. El decubrimiento de la GMR abrió paso a un nuevo campo de la fí­sica, la espinotrónica.

«La electrónica de espin explota una caracterí­sta cuántica del electrón, el espin, que podemos imaginar como una minúscula aguja de brújula llevada por el electrón», explicó Fert al recibir la medalla de oro del CNRS en 2003.

Albert Fert recibió recientemente una gran distinción cientí­fica japonesa, el Japan Prize 2007, por su descubrimiento de la magnetoresistencia gigante y su contribución en el desarrollo de la espinotrónica. También compartió esta recompensa con su colega alemán Grunberg.

Peter Grunberg

Peter Grunberg, de 68 años, galardonado con el Premio Nobel de Fí­sica 2007 junto con el francés Albert Fert, es un cientí­fico alemán cuyo descubrimiento de la magnetoresistencia gigante revolucionó los sectores de la información y la comunicación.

Grunberg nació el 18 de mayo de 1939 en Pilsen. Estudió en Francfort, antes de ingresar a la Universidad de Tecnologí­a de Darmstadt, donde obtuvo su doctorado en 1969.

Luego ingresó al Departamento de Fí­sica Sólida del Centro de Investigación de Juelich (Renania del Norte, Westfalia).

En 1988 descubre el fenómeno de la magnetoresistencia gigante, independientemente de su colega francés Albert Fert.

Este mismo descubrimiento, aplicado a partir de 1997, le permitió recibir a principios de año, también en forma conjunta con Fert, el Premio Japón, uno de los galardones cientí­ficos más prestigiosos del mundo en la categorí­a «Realizaciones innovadoras inspiradas en investigaciones fundamentales».

Peter Grunberg, quien actualmente está jubilado, sigue trabajando para el Instituto de Juelich y continúa sus investigaciones en el sector en el cual fue recompensado con el Premio Nobel.