Otro desastre ecológico provocado por la codicia


   Con motivo de la celebración del Dí­a de la Tierra incursioné en el ciberespacio para enterarme de algunos aspectos referentes a esta conmemoración, y de esa cuenta encontré informaciones referentes a que poderosas industrias petroleras no sólo son las responsables de graves desastres que causan severos daños a la naturaleza con efectos irremediables, como la marea negra que se extiende en el Golfo de México en las costas de Estados Unidos, sino que, por su voracidad, también evaden el pago de impuestos y se niegan a ser reguladas.

Eduardo Villatoro

   El 20 de abril anterior, una explosión que ha causado la muerte de más de una decena de trabajadores de la plataforma petrolera Deepwater Horizon, operada por British Petroleum, provocó que el pozo marí­timo se desangrara a un ritmo de 210 mil galones diarios, y si no se tapona a tiempo la boca del pozo, algo extremadamente difí­cil de hacer porque se encuentra a una milla de profundidad, será el peor desastre de esta naturaleza desde 1989, causado por la petrolera Exxon Valdez, que cubrió un manto mortal en las costas de Alaska.

   El periódico Huffington Post asevera que lo que está ocurriendo en las costas de Louisiana, EE.UU., no hubiese sucedido si el año pasado la industria petrolera, pese a su desolador historial de seguridad,  no se hubiera opuesto enérgicamente a un nuevo conjunto de regulaciones federales para plataformas marí­timas. Estas normas fueron propuestas en vista de que entre 2001 y 2005 cerca de 1,500 incidentes causaron las muerte de decenas de trabajadores y cientos de ellos resultaron heridos en las costas de Estados Unidos; pero la industria petrolera exigió «flexibilidad» para autorregularse voluntariamente conforme su «cultura corporativa». Más bien, por su desmedida codicia.

    De acuerdo con investigaciones de la Universidad de Massachusetts, reportado por el columnista Javier Serra, de La Opinión digital, los gigantes petroleros ExxonMobil, Sunoco, Koch Industries, ConocoPhilips y Valero Energy encabezan la lista de los peores contaminadores en 2009.

    Por su parte, la revista Forbes informó que ExxonMobil, que es la más rica corporación del mundo con ganancias netas de 45,200 millones de dólares el año anterior, no pagó ni un centavo en impuestos al gobierno federal de Estados Unidos. Esa evasión lo logró mediante el funcionamiento de grupos corporativos en paraí­sos fiscales, ubicados en las Bahamas y las Bermudas. Según el sitio ThinkProgress, los trucos fiscales de las corporaciones petroleras y de otra naturaleza de Estados Unidos dejan de pagar al fisco alrededor de cien mil millones de dólares.

   Una encuesta patrocinada por la Coalición Nacional Latina sobre Cambio Climático, organizada en EE.UU., reveló un abrumador apoyo por el cambio hacia una nueva polí­tica de energí­a limpia y renovable, a la vez que confirmó una vez más que los hispanos en Estados Unidos consideran el calentamiento global un problema serio,

   El estudio, que se realizó en Colorado, Florida y Nevada, tres estados claves para las próximas elecciones de noviembre, también develó que más de tres cuartas partes de los votantes hispanos opinan que el Congreso norteamericano debe actuar de inmediato para aprobar la reforma energética de Estados Unidos, según reporte del periodista Serra.

   Se deduce, entonces, que los desastres provocados por las grandes corporaciones petroleras y el calentamiento global, van de la mano, y también se arriba a la conclusión que la evasión fiscal de empresas poderosas, es un delito no castigado sólo en Guatemala y en el resto de paí­ses centroamericanos, sino que también opera con impunidad en Estados Unidos, donde el severo control fiscal se ha visto como ejemplar.

   (El indocumentado Romualdo Tishudo, quien viajó al lejano y helado estado de Montana, le reclama al propietario del inmueble: -¡El apartamento es muy frí­o! El gringo replica: -Es que tiene la renta congelada).