Si usted es de los poco lectores de esta columna recordará que el lunes 19 publiqué un artículo en el que, basado en investigaciones de un médico brasileño, indicaba que quienes beben sodas, cervezas y otros líquidos, directamente de los envases de lata, corren el riesgo de contraer leptospirosis, causada por una bacteria que contiene la orina de las ratas.
eduardo@villatoro.com
    Gentilmente, el médico internista guatemalteco Arturo Núñez Paiz, estudioso de las novedades de la Medicina, me envió un extenso documento que explica la etiología de esa enfermedad, su epidemiología, patogenia y su clínica, basado en una investigación de la doctora Adelina Braselli, que resumiré.
  La leptospirosis es causada por la leptospira, una bacteria que puede sobrevivir largo tiempo en el agua o ambiente húmedo y templado. Es una enfermedad reemergente en los países del Cono Sur, aunque está ampliamente distribuida en el mundo, pero prevalece en las regiones tropicales; es más frecuente en la población rural que en la urbana, predomina en el hombre y afecta a numerosas especies animales, especialmente roedores, perros, vacas cerdos, caballos y ovejas. Por sus síntomas puede confundirse con otras enfermedades.
  Los animales infectados eliminan el germen con la orina, contaminando terrenos y aguas, de modo que la mayor fuente de infección para el hombre la constituye la exposición directa a la orina de esos animales (y de ahí el caso de los envases de lata. N. de EV), o el contacto con agua y suelo contaminados con esas micciones. Por lo general el hombre es un huésped terminal y la transmisión de persona a persona es sumamente rara, pero puede infectarse al entrar en contacto con agua estancada contaminada.
   La leptospirosis penetra en el hombre a través de la piel erosionada o en las mucosas sanas, se difunde rápidamente y después de 48 horas se le encuentra en todos los humores y tejidos, con localización especial en los riñones, hígado, corazón y el músculo esquelético. Después de un período de incubación que es de 2 a 26 días, la enfermedad se inicia en forma brusca con escalofrío, fiebre elevada, cefalea intensa, nauseas, vómitos, diarrea, postración y ocasionalmente disturbios mentales. La congestión conjuntival es característica, aunque no constante, y puede ir acompañada de síntomas oculares, como fotofobia, dolor ocular y hemorragia conjuntival.
    El documento enviado por el doctor Núñez Paiz abunda en términos científicos, y los lectores interesados pueden solicitarme el texto completo.
  (El médico Romualdo Tishudo le dice al paciente: -No encuentro la causa de sus dolores de estómago; pero pienso que se debe a la bebida. -Bueno, doctor, volveré cuando usted esté sobrio).