Otra semana sin ley anticorrupción


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Otra semana más y la ley anticorrupción sigue sin ser aprobada. Entre políticos, seguro dicen, “brother”, “mano”, ya vio que paso otra semana y no se ha aprobado esa ley con la que nos quieren quitar todo. Una responsabilidad de los gobernantes es cuidar el patrimonio del pueblo. ¿Cómo se explica que el Congreso en diez años no ha aprobado una ley que permita combatir de manera efectiva la corrupción?

Alfonso Carrillo M.
alfonso.carrillo@meimportaguate.org


¿Y este Congreso controlado por el partido oficial? ¿Están los diputados haciendo su trabajo o sólo cobrando sueldo?    Es injustificable. Hechos y no palabras. El desvío de fondos, su mala utilización, la corrupción nos ha distinguido como país en los últimos diez años. Varios funcionarios del gobierno de Colom están siendo procesados. Unos días dependiendo de qué Juez está a cargo, a veces salen libres bajo excarcelación bajo fianza y hasta que la presión del público o un valiente funcionario o Juez reacciona, vuelven a estar detenidos.

Wikipedia tiene un concepto curioso, la Cleptocracia (del griego. clepto: quitar; y cracia: fuerza = dominio de los ladrones) es el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la corrupción y sus derivados como el nepotismo, el clientelismo político, el peculado, de forma que estas acciones delictivas quedan impunes, debido a que todos los sectores del poder están corruptos, desde la justicia, funcionarios de la ley y todo el sistema político y económico.

Cleptomanía es la propensión morbosa al hurto según el Diccionario de la Lengua.

¿Cuántos políticos han movido a sus compañeros y a la ciudadanía para asegurar que se apruebe las normas contra la corrupción?    ¿Habrá funcionarios, alcaldes, ministros, empleados públicos, jueces, diputados y otros que se regocijan que no se apruebe las normas contra la corrupción?

Tenemos un grave problema de pobreza, mientras que cientos de millones de quetzales han sido útiles para dar gran vida o mejor vida a funcionarios públicos, algunos diputados y sus familias. En el camino, de tiempo en tiempo, algunos jueces, abogados y otros se han beneficiado.

El país requiere el liderazgo que ofreció Otto Pérez, de manera clara, consistente, marcando el paso, la diferencia y abandonando los temores al qué dirán. Eso implica no tolerar más la subsistencia de una clase política que se ha enriquecido a costa de la pobreza y subdesarrollo del pueblo. Hay que tener severas normas que combatan la corrupción, pero ante todo, aplicarlas.

Se requiere agallas para proponer cambios que resuelvan los problemas de raíz.  La propuesta de reforma en el área de justicia que ha presentado el gobierno quiere simplemente darle una retocada al sistema que hoy existe.

El actual sistema de Justicia ha sido asaltado por un grupo de personas que hábilmente han sabido cómo tomar control de votos necesarios para nombrar operadores de justicia, jueces y magistrados en una forma que les ha facilitado la corrupción y vivir impunemente. ¿Por qué el gobierno ha propuesto una versión tímida que al final preserva lo ya existente y no combatirá de frente el problema de corrupción y tráfico de influencias?

Si no existe aceptación y clara comprensión del problema de corrupción, enriquecimiento ilícito y no se aplican los castigos previstos en las normas, se estará resolviendo otra cosa, pero no el problema real.   
Si, además, no se sanciona a los jueces y magistrados que violan la ley, de nada servirán las normas contra la corrupción y el enriquecimiento. En la medida que no exista voluntad política de eliminar los problemas, no habrá cambios de fondo.

La cosa pública requiere espíritu de servicio y sacrificio, voluntad para pensar en el bienestar común en el corto, mediano y largo plazo. Este gobierno ha tenido una oportunidad de oro para aprobar de manera clara y pronta la ley para combatir la corrupción.  ¿Por qué no lo hace?    ¿Cuánto nos cuenta como país una semana más?

Este gobierno tiene una oportunidad de oro, hacer que el sistema de justica se rescate. ¿Por qué no lo hace?  ¿Se justificará la corrupción?  ¿Es humano y razonable que seamos líderes en desnutrición, pobreza, analfabetismo y pésimo sistema de educación público a nivel mundial?    ¿Cuánto sufrimiento individual ha causado la falta de recursos de los que se han beneficiado gobernantes y sus familias?

En paralelo hay que enfocarse en tomar las medidas que la Constitución permite para incentivar la inversión pública y privada, que fomente el desarrollo, genere trabajo y produzca riqueza como una de las llaves fundamentales para combatir la pobreza.