Los líderes de la OTAN reunidos en cumbre en Riga (Letonia) efectuaron «progresos significativos» para reforzar a la misión de la Alianza Atlántica en Afganistán y responder a la insurgencia talibán en ese país, aunque aún faltan ciertos recursos.
Al cierre de su cumbre de dos días en la capital lituana, los 26 aliados se comprometieron a garantizar que la misión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán tendrá «las fuerzas, recursos y flexibilidad necesarios» para llevar a cabo con éxito sus operaciones, según una declaración publicada el miércoles.
«Hemos efectuado progresos significativos, pero todavía necesitamos dar los últimos pasos restantes», dijo de su lado el primer ministro británico Tony Blair a la prensa, al referirse a las discusiones del martes por la noche en el seno de la Alianza Atlántica sobre la delicada misión afgana.
«Hay un acuerdo completo de que está en juego la credibilidad de la OTAN», agregó Blair, quien junto al presidente norteamericano George W. Bush llevó la voz cantante para exigir a los socios transatlánticos un mayor esfuerzo en la operación con la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad) que dirige la Alianza en Afganistán.
En esa cena que lanzó la cumbre, y que duró más dos horas, «hubo un fuerte mensaje de determinación y solidaridad señalando que Afganistán es la prioridad número uno de la OTAN», había dicho un responsable de la Alianza Atlántica.
En efecto, los 26 países miembros aceptaron mayor flexibilidad en la utilización de sus tropas en «caso de emergencia», por ejemplo en el sur de Afganistán, escenario de un recrudecimiento de la violencia a raíz de la insurgencia talibán.
«Hubo compromisos para enviar más fuerzas y más equipamientos, y un número adicional de flexibilidades para el despliegue de tropas», dijo Blair, destacando que países como Francia y Alemania propusieron «movilizar tropas para ayudar en caso de dificultad».
Estas palabras de Blair fueron confirmadas por la delegación alemana, según la cual «toda una serie de Estados dijeron estar dispuestos a aumentar su participación» tanto civil como militar.
La canciller Angela Merkel afirmó que «no hay razón para cambiar el mandato» de las tropas alemanas, pero que esos efectivos están listos para prestar auxilio en situaciones de emergencia en otras regiones de Afganistán, según la misma fuente.
En cuanto a Francia, el presidente Jacques Chirac anunció el despliegue de dos helicópteros Cougar para el transporte de tropas o la evacuación sanitaria, con el objetivo de ayudar a las fuerzas aliadas en el sur y el este afganos, de acuerdo con el Eliseo.
Chirac confirmó además que soldados franceses podrán reforzar «caso por caso» a las tropas aliadas.
De su lado, y pese a reafirmar su compromiso con Afganistán, tanto España como Italia reiteraron su decisión de no aumentar sus contingentes, de 650 y 1.800 soldados respectivamente, así como de no modificar sus condiciones de participación, excepto para las ya mencionadas situaciones de emergencia.
El comandante en jefe de la OTAN, el general James Jones, viene pidiendo desde hace algunos meses unos 2.500 efectivos más en la peligrosa región sur del país, donde ya hay 10.000 soldados desplegados, en su mayoría británicos, holandeses y canadienses.
Con más de 30.000 soldados desplegados desde octubre pasado en todo el país, la OTAN efectúa en Afganistán la mayor operación terrestre de su historia fuera de Europa, y el fantasma de un fracaso provoca tensiones entre los aliados por la magnitud, el papel y la distribución geográfica de las tropas.
La OTAN indicó hoy su intención de invitar en su próxima cumbre de 2008 a nuevos países dispuestos a unirse a la Alianza Atlántica, aunque evitó citar nombres precisos, si bien los candidatos más firmes hasta el momento son Croacia, Macedonia y Albania.
Por otra parte, la OTAN invitó a Serbia, Bosnia-Herzegovina y Montenegro a sumarse a su Asociación para la Paz, que constituye el primer nivel de diálogo institucional con la Alianza Atlántica, afirmaron los aliados al final de su cumbre en Riga.
Los líderes de los 26 miembros de la OTAN analizaron en la segunda y última jornada de cumbre en la capital letona la situación en los Balcanes, región con la que se busca estrechar relaciones como un modo de garantizar la estabilidad y seguridad tras las terribles guerras registradas allí en la década del 90.
«En nuestra próxima cumbre de 2008, la Alianza tiene la intención de lanzar nuevas invitaciones a los países que cumplan con las normas, basadas en el desempeño, de la OTAN, y que son capaces de participar en la seguridad y la estabilidad euro-atlántica», señalaron los aliados en una declaración publicada al final de la cumbre.
Los líderes de la OTAN no citaron nombres precisos, pero al mismo tiempo felicitaron a Albania, Croacia y Macedonia por los progresos que efectuaron con vistas a sumarse a la Alianza.
«Saludamos los esfuerzos de Albania, Croacia y la ex república yugoslava de Macedonia por prepararse para asumir las responsabilidades y obligaciones de la adhesión», indica el texto.
«Felicitamos su contribución creciente en las operaciones internacionales de seguridad y mantenimiento de la paz, así como sus esfuerzos comunes para hacer avanzar la cooperación regional», agregaron.