Oscuro gasto público


Justo cuando el Gobierno se propone utilizar los votos que ha comprado en el Congreso de la República, el Contralor de Cuentas clama porque cese el uso de Organizaciones No Gubernamentales y de Fideicomisos no sólo para evitar la fuga que significa el pago de comisiones que asciende a cientos de millones de quetzales, sino también para permitir la correcta fiscalización porque la entidad a cargo de auditar las cuentas del gasto público no tiene acceso a las ONGs y a los fideicomisos.


Creemos que en materia fiscal no se pueden divorciar las dos vertientes esenciales. Siempre que se habla de ingresos es obligado hablar del gasto, de cómo se usan los fondos provenientes de los impuestos y contribuciones de los habitantes del paí­s. Por supuesto que esa lógica elemental está fuera del nivel de comprensión de los polí­ticos cuando llegan al poder (porque sí­ que lo entienden, y muy bien, cuando están en la oposición), pero resulta de elemental sentido común y lógica que no puede haber un correcto análisis de las finanzas públicas si nos limitamos a trabajar por la ví­a del ingreso, descuidando todo lo relacionado con la calidad del gasto.

Y menos aún si hasta al hablar de ingresos nos limitamos únicamente a cargar la mano a los mismos de siempre, a los que ya pagan impuestos, sin hacer nada para evitar el contrabando, la evasión y la falta de formalización de ese enorme contingente de agentes económicos que se consideran como parte de la economí­a informal.

Pero volviendo al tema del gasto público y su oscuridad en las condiciones actuales, la declaración del Contralor de Cuentas de la Nación cayó justo en el momento más oportuno, no sólo porque tiene que incluirse en el presupuesto una norma que impida el abuso que se hace de la contratación de ONGs y de los fideicomisos, sino porque es sano que cuando el Gobierno decide apretar las tuercas para recaudar más aumentando tasas, se hable de la forma en que se están usando los recursos, escasos o abundantes, porque cabalmente mientras más falta hacen es cuando mayor tiene que ser también el cuidado que se ponga en su utilización.

En La Hora creemos en la necesidad de que el Estado disponga de recursos suficientes para atender las necesidades del pueblo no sólo en materias esenciales como salud, educación y seguridad, sino para apostarle al desarrollo humano como piedra angular de la construcción de un paí­s distinto con generaciones de guatemaltecos mejor preparadas integralmente para luchar por su dignidad. Pero reiteramos lo dicho tantas veces, en el sentido de que mientras sigamos con esa tendencia a la corrupción y a la contratación de intermediarios que cobran mucho y esconden más, nunca habrá dinero suficiente para alcanzar tan altas metas.