El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, apeló al Papa Benedicto XVI para que acepte la participación del cardenal Miguel Obando en un cargo público dentro de su gobierno, anunció ayer el propio mandatario.
En la misiva enviada al pontífice a través de la Nunciatura en Managua le pido «su comprensión» para que apruebe que el cardenal Obando sea el coordinador de la Comisión de Reconciliación y Paz del gobierno, dijo Ortega tras asistir a un acto religioso del inicio de la Cuaresma.
El ofrecimiento de Ortega a Obando para ocupar un cargo en el gobierno es motivo de polémica en círculos políticos y religiosos que no ven bien la presencia de la iglesia católica en asuntos del Estado que, según la Constitución Política, es laico.
El mandatario defendió su decisión en que la labor que desempeñará Obando al frente de la comisión es «una labor que no es política ni gubernamental; yo diría que es fundamentalmente cristiana y solidaria» para culminar con una labor iniciada en 1987.
Obando fue nombrado ese año al frente de una Comisión de Reconciliación, tras los acuerdos de Paz que propiciaron el fin de los conflictos armados en Centroamérica.
El cardenal Obando aceptó en enero pasado presidir la entidad que, según Ortega, tendrá como contenido darle cumplimiento a acuerdos con desmovilizados de los grupos ’contras’ que combatieron con las armas a su anterior gobierno, así como a los del Ejército.
En Nicaragua hay pobreza, miseria y, por tanto, hay riesgo de que vuelva la violencia y hay que prevenirla, dijo Ortega en sus argumentos para defender la designación de Obando en la entidad.
Aunque está retirado de las actividades eclesiales tras haberle sido aceptada la renuncia por el Papa Juan Pablo II, Obando dejó en manos del pontífice la última palabra en torno al caso.
El anterior gobierno de Ortega en la década de 1980 estuvo enfrentado con la iglesia al contar entre su gabinete a destacados sacerdotes, que incluso fueron declarados en rebeldía y sancionados por el Vaticano al negarse a dejar sus cargos, entre ellos el más conocido es el poeta y sacerdote Ernesto Cardenal.