El guatemalteco José García y la mexicana Marisol Romero se convirtieron ayer en los nuevos campeones de maratón de los Juegos Centroamericanos y del Caribe al reinar en condiciones de calor y extrema humedad.
García, primer guatemalteco monarca de los Juegos en la prueba de 42 kilómetros 195 metros, incrementó su ritmo después del kilómetro 35 para sacudirse la resistencia del mexicano Carlos Cordero y se impuso con un tiempo de 2h 21:35, con 31 segundos de ventaja.
La prueba masculina arrancó a las 5:30 de la mañana pero aun así los competidores se vieron sometidos a cruentas condiciones de calor y humedad que impidieron pensar en acercarse a la marca de los Juegos, 2:14:23.
El primer foco rojo de la carrera se encendió poco después del kilómetro 10 cuando el mexicano Procopio Franco, rey de la maratón en los dos últimos Juegos, mostró síntomas de deshidratación y debió bajar el ritmo y así renunciar al propósito de ser el primer tricampeón de la justa.
Los demás tomaron nota y se negaron a correr riesgos para evitar correr la misma suerte de uno de los favoritos, reconocido por su aguante en este tipo de clima, aunque hoy no fue así.
José García, su compatriota Alfredo Arévalo, Carlos Cordero, el colombiano Juan Cardona y el puertorriqueño Luis Rivera se mantuvieron en el grupo puntero sin intentar ataques hasta que el guatemalteco tomó la iniciativa y al ver que sus rivales no respondían se escapaba para ganar el oro.
México, que no perdía la maratón masculina desde el año 1990, se conformó con la plata de Cordero (2h 22:06), mientras el bronce fue para el colombiano 2h 22:35.
En la justa de mujeres, la joven de 27 años Marisol Romero logró su primera victoria internacional al imponerse con 2h 44:30, seguida de la costarricense Gabriela Traña (2h 46:22) y la mexicana Paola Apolonio (2h 48:46).
Marisol se trazó la estrategia de avanzar lo más posible sin desgastarse para atacar a la hora precisa; lo hizo antes del kilómetro 35 cuando sacó unos 100 metros de ventaja a su compatriota.
Al sentirse sola, la corredora se dedicó a mantener la velocidad y al ver que su cuerpo respondía aceleró en el último kilómetro para completar la sexta victoria seguida de una mexicana en los juegos regionales.
La maratón se desarrolló en un circuito que se conectó con el estadio, muy cerca de la playa y con pocos árboles en gran parte del recorrido, lo cual obligó a los concursantes a ponerse gorras con hielo y mantenerse hidratados todo el tiempo.