El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela declaró procedente ayer una medida cautelar para las mujeres afectadas por los implantes mamarios franceses de fabricación defectuosa y ordenó la extracción y reemplazo gratuito de las prótesis dañadas.
El máximo tribunal venezolano anunció en un comunicado ayer que admitió una «demanda de protección de derechos e intereses colectivos» interpuesta por la Defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez.
Mientras progresa la demanda, el Tribunal Supremo ordenó a la empresa que las importó, Galaxia Médica C.A., así como a los cirujanos y los hospitales privados, que realizaron las cirugías, que retiren y sustituyan de forma gratuita y programada los implantes «en aquellos casos en los que se haya iniciado el proceso de filtración, de modo que conforme a diagnóstico médico se determine que no se pueda esperar, para su extracción, la sentencia definitiva».
Miles de mujeres en Venezuela tienen los implantes mamarios producidos por la ahora extinta compañía francesa Poly Implant Prothese (PIP), los cuales desataron un escándalo internacional al descubrirse que sus fabricantes utilizaron silicona industrial, inadecuada para uso médico, lo cual aumenta el riesgo de rotura de la prótesis.
Gilberto Andrea, un abogado que representa a más de 2 mil mujeres que recibieron los implantes, elogió la medida y dijo que en la demanda aún están pendiente exigencias adicionales por los daños sufridos. Señaló que alrededor de 33 mil mujeres tienen los implantes en Venezuela y que la decisión inicial del tribunal «es una medida para todas las afectadas».
Los costos de sustituir los implantes PIP con los de las otras marcas oscilan alrededor de unos 5 mil a 9 mil dólares, lo que hace difícil para muchas mujeres pagar la operación, dijo Sandy Contreras, presidente de una asociación de mujeres con los implantes.
Contreras indicó que tanto ella como su hija, de 24 años, tienen los implantes, pero hasta ahora no se han roto como lo han hecho en los casos de otras mujeres.
En cuanto a la decisión del tribunal, Contreras dijo: «Estamos sumamente contentas… hemos estado en una constante lucha».
Las cirugías de agrandamiento mamario es común en Venezuela, y la marca PIP se utilizaba con frecuencia hasta que los implantes fueron retirados del mercado en 2010.
La compañía Galaxia Médica no respondió de inmediato a la decisión del tribunal.