El presidente Colom quiere que los analistas y los columnistas de los medios de comunicación, sólo opten por lo mas fácil, como lo sería hablar bien de los programas sociales, pues los que escriben y apoyan esos programas reciben aplausos a montones, por eso abundan las opiniones a favor, algunos por fines doctrinarios y otros, los de mente limpia y sincera, que creen que todo lo que brilla es oro, sin hacerle la prueba del ácido.
Algunos creemos que no nos debemos ir de boca en darles el apoyo de primas a primeras, pues hay algunos que pudieran usar los programas sociales como fachada para sus propios intereses, tal el caso de Mi Familia Progresa que por la forma como se ejecuta creemos que es una fuente de enriquecimiento ilícito.
Decir eso es lo más difícil, pues lo primero que hacen es descalificar esa opinión diciendo que el que la escribe, lo hace por que nunca ha aguantado hambre, no sólo por los que se enriquecen en forma ilícita, sino también por los de mente limpia. Si esta descalificación no es suficiente y sigue la desconfianza, entonces el Presidente los acusa de estúpidos.
Según entiendo, lo que esa palabra significa, podría emplearse a aquellas personas que son engañadas con facilidad y en este caso no son precisamente los que escriben o analizan el problema, ni las personas que escriben a favor, por que no conciben en su bondad, que alguien pudiera tener la mente tan sucia.
Esa palabra estúpido, debiera ser usada contra los responsables de velar por que haya transparencia en el uso de los recursos del pueblo y no lo hacen, teniendo todos los mecanismos de verificación a su alcance y no los usan deliberadamente para tapar algo o por que tienen miedo de ver la verdad y por eso les ven la cara de lo que dice el Presidente.
Recuerdo una vez lo que decía un mi jefe, «No sólo hay que ser honrado sino que aparentarlo» y con eso de pagar en efectivo, no entregar listados con su respectiva identificación, lo que se está aparentando es que se está tapando un gran robo.
Si hubiera la intención de transparentar la administración de los recursos del Estado y hacer las cosas como se deben de hacer, estos comentarios serían una bendición para el gobernante, pues le daría oportunidad de ver donde se sospecha que hay corrupción, y si en realidad él no es parte del negocio, lograría ver quienes hacen lo contrario a lo que el ordena, y le están convirtiendo su sueño como él dice, en una pesadilla.
Vamos a ver de que me acusan por esta opinión, de no haber aguantado hambre o de estúpido. Espero que la respuesta no sea ninguna de las dos, sino que la respuesta sea que, el Presidente ordene una auditoría total y que si se descubre falta de transparencia en esos programas, ordene su intervención. Entonces el pueblo podría empezar a creer en él.