Opositores critican reversión de tierras


Organizaciones cí­vicas y empresariales de Santa Cruz, la región más rica de Bolivia y bastión opositor al presidente Evo Morales, afirman que la reversión de tierras contra dos familias en los últimos dí­as es una decisión polí­tica, mientras el Gobierno defiende su decisión.


El Gobierno del izquierdista Morales revirtió el jueves unas 3.000 hectáreas en la región de Santa Cruz, cerca a la frontera con el Brasil, del rico banquero y dueño del canal privado de televisión Unitel, Osvaldo Monasterios Nieme, y argumentó que sus tí­tulos de propiedad son fraudulentos.

La red nacional de televisión Unitel, con sede en Santa Cruz, feudo rebelde, es acusada por el oficialismo como el principal medio de oposición.

La medida se produjo una semana después de que el Tribunal Agrario Nacional, a solicitud del Poder Ejecutivo, expropiara 12.500 hectáreas también en Santa Cruz a la familia del lí­der cí­vico Branko Marinkovic, señalado por el Gobierno como uno de los promotores de un supuesto golpe de Estado en 2008.

Marinkovic, un descendiente de croatas, también fue sindicado por el oficialismo de haber financiado a un grupo de mercenarios boliviano-europeos, disuelto meses atrás por la Policí­a, con la muerte a tiros de su cabecilla Eduardo Rózsa Flores y tres de sus acompañantes.

La reversión de tierras «es la arremetida del Gobierno (de Morales) contra quienes hemos luchado por la autonomí­a», afirmó Luis Nuñez, lí­der del Comité Cí­vico de Santa Cruz, el más influyente conglomerado polí­tico-empresarial de este departamento, el más rico de Bolivia.

Santa Cruz impulsó con otras cuatro de las nueve regiones de Bolivia las autonomí­as departamentales, un modelo de gestión pública que busca descentralizar los recursos económicos y busca una mayor independencia polí­tica y legislativa.

«Los empresarios tienen que pronunciarse, porque de seguir este ataque, se podrí­a parar la maquinaria agrí­cola del paí­s y afectar las exportaciones», acotó Nuñez, citado por el diario La Prensa.

Santa Cruz, depositaria de una millonaria actividad agropecuaria, aporta con el 29% al PIB boliviano, el mayor aporte del paí­s.

«Nosotros estamos tratando de recabar información para saber en qué estado está antes de fijar una posición institucional; el problema es la susceptibilidad polí­tica que dejan estos hechos», afirmó Mauricio Roca, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), el poderoso gremio que agrupa a los empresarios.

La preocupación y el nerviosismo opositor en Santa Cruz fue respondido por el viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz, principal responsable polí­tico en dirigir las reversiones y expropiaciones de tierras en manos de ricos latitundistas.

«De una manera malintencionada se ha estado hablando de motivaciones polí­ticas del Gobierno», dijo Almaraz, y sostuvo que la familia Monasterios «recibió más 40.000 hectáreas gratis» durante los últimos gobiernos.

El influyente diputado del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS), Gustavo Torrico, negó que se esté actuando con revanchismo aunque señaló que «el paí­s está naciendo, hay que ajustar cuentas».

La reversión de tierras se constituye en una de las polí­ticas sociales centrales del presidente Morales, el primer indí­gena en llegar al poder desde la independencia de Bolivia en 1825.

El Gobierno señaló que los territorios considerados ociosos serán recuperados para el Estado que, a su vez, los redistribuirá a indí­genas pobres sin tierra, los principales aliados polí­ticos del mandatario.