Oposición y apoyo a la minerí­a desatan más violencia en San Marcos


En un documental, Teodora Antonia Hernández Cinto habla sobre los conflictos ambientales y sociales que genera la minerí­a en su localidad. Un disparo en la cabeza tiene a la lí­der comunitaria luchando por su vida en un centro asistencial. Cortesí­a.

Un disparo en la cabeza tiene a Teodora Antonia Hernández Cinto luchando por su vida en un centro asistencial. Según la versión de los familiares de la ví­ctima, se trató de una intimidación más que proviene de allegados a la minerí­a en el departamento de San Marcos.

Eddy Coronado
ecoronado@lahora.com.gt

Después que el Gobierno anunció que acatarí­a la orden de cierre temporal de operaciones de la Mina Marlin, de la empresa Montana Exploradora de Guatemala S. A., lí­deres comunitarios de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos, denunciaron un repunte en las amenazas y enfrentamientos en su comunidad.

Desde antes del inicio de las operaciones de la empresa ya existí­a una férrea división entre quienes apoyaban la minerí­a y los que la rechazaban, pero las recientes resoluciones generaron una nueva ola de conflictos en la localidad.

Es de esa cuenta que Teodora Antonia, una lí­der comunitaria, fue ví­ctima de un ataque armado la noche del 7 julio, cerca de las 19:30 horas. En esa ocasión, la mujer salió de su casa para ayudar a dos desconocidos que buscaban comida en la localidad. Sin embargo, todo terminó en un crimen que permanece en la impunidad.

Teodora Antonia, conocida como «Doña Marí­a», recibió un balazo en el ojo derecho; la bala que impactó en su rostro salió de su cráneo por el oí­do derecho, dejándola en un estado crí­tico, luego de que uno de los hombres que le habí­an pedido ayuda la atacara con un arma de fuego.

El móvil del crimen serí­a una incógnita, de no ser porque semanas atrás Antonia habí­a manifestado su inconformidad por las operaciones de la empresa minera en el documental «El negocio del oro en Guatemala: un conflicto anunciado», lo que da lugar a sospechar que el origen del ataque proviene de grupos que apoyan la extracción minera

En el ví­deo documental se puede observar a la afectada rechazando la presencia de la mina en San Marcos y explicando cómo la empresa a cargo de las operaciones extractivas es la causa de la conflictividad social en su comunidad.

RESOLUCIí“N

El pasado 24 de junio el presidente ílvaro Colom informó que el Estado de Guatemala acatarí­a la resolución de la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH), para cerrar temporalmente la mina, aunque hasta la fecha esa acción no se ha concretado.

La resolución de la CIDH es la tercera acción internacional que recibe el Estado de Guatemala en relación a la suspensión de la actividad minera; otras recomendaciones las han realizado la Organización Internacional (OIT) y el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) de las Naciones Unidas.

Pero fuera de los procesos legales internacionales, el cierre de la minerí­a ha polarizado aún más a las poblaciones circundantes al megaproyecto, al punto que varios lí­deres que se oponen a la extracción de minerales han sido blanco de ataques armados directos.

De esa forma se explica el atentado contra «Doña Marí­a», quien después de recibir el impacto de bala fue llevada a la clí­nica de salud en San Miguel Ixtahuacán. Luego fue trasladada de emergencia al hospital nacional de San Marcos, donde le realizaron radiografí­as que evidenciaban cómo la bala le lastimó parte del cerebelo.

Con el paso de los dí­as, el estado de salud se ha tornado crí­tico para la afectada, al punto que fue trasladada a un hospital de la ciudad capital de Guatemala, para que tuviera una atención completa. El futuro de su salud todaví­a es incierto.

Pero lo que sí­ es seguro es que, como Teodora Antonia, que forma parte del Movimiento de Resistencia en San Miguel Ixtahuacán, otros activistas que trabajan en defensa de los derechos humanos e indí­genas, en contra de las violaciones de los derechos humanos, también se encuentran en una seria situación de riesgo por su oposición a la minerí­a.

«Doña Marí­a», antes del crimen cometido, recibió numerosas amenazas por su participación en el Movimiento de la Resistencia, dicen los miembros de la organización.

Según informaron familiares y allegados cercanos a la ví­ctima, en junio de 2009 participó en la defensa del agua en el barrio de Sacmuj, cuando los vecinos de esa localidad entraron en un conflicto territorial con Montana Exploradora de Guatemala.

RESISTENCIA El Frente de la Defensa Miguelense (Fredemi) ha luchado para que se respeten los derechos de la población que se opone a la minerí­a en San Miguel Ixtahuacán

Maudilia López Cardona, coordinadora del movimiento, afirma que al formar parte de la organización que rechaza los trabajos de minerí­a en la región, los lí­deres se convierten en blancos de ataques armados e intimidaciones, aunque otros se alinean a los intereses empresariales.

«Cada vez más, hay lí­deres que están comprados», dice Cardona, quien relata algunos hechos en los que varios lí­deres se han convencido que pueden ganar dinero apoyando a la minerí­a, aunque «dejan por un lado la contaminación que ésta provoca».

El caso de «doña Marí­a» es uno más, dice Cardona, de la ola de violencia que resulta de la minerí­a, y de la conflictividad social que según ella, es ocasionada por la empresa transnacional.

MONTANA REACCIí“N


Para buscar la reacción de la Mina Marlin se intentó contactar con Maritza Ruiz, directora de comunicación de Montana Exploradora, sin embargo no se obtuvo una respuesta para que explicara los señalamientos y su postura sobre la situación.

SALUD TRASLADO


Se informó que Marí­a Antonia fue trasladada ayer a otro centro asistencial, para evitar que fuera blanco de un nuevo ataque armado en su contra. Información extraoficial da cuenta que una organización no gubernamental se encargó del traslado.